Tras el rastro del carbono
Coger el coche, encender el aire acondicionado, no apagar la luz del salón o fabricar un ladrillo. Todo deja una huella de CO2, un rastro de contaminación que contribuye a aumentar el calentamiento global. Andalucía ha empezado a seguirle la pista a estas emisiones, en concreto, a las que se generan dentro del denominado sector difuso.