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Granada evoca a Guerrero con las campanas de la catedral

Cuando era aprendiz de carpintería, el joven José Guerrero tuvo como compañero de taller a Santiago Martín López, que era hijo de los campaneros de la catedral de Granada. Allí supo que Alonso Cano había trabajado en la torre tres siglos antes. Los padres de Santiago consintieron al joven aspirante a pintor instalarse en el campanario, a cambio de que se ocupase de dar los toques de campana correspondientes.

Hoy se cumplen 10 años desde la apertura del Centro José Guerrero junto a la catedral. Por este motivo se celebrará un concierto dedicado a Lisa Guerrero, hija mayor del pintor fallecida hace unos meses. Las campanas de la catedral junto a las que Guerrero comenzó su carrera artística repicarán bajo la dirección del compositor Llorenç Barber (Valencia, 1948), que será ayudado por una treintena de músicos del Conservatorio Superior.

Barber tañirá las campanas en un espectáculo que no será pasivo, sino que obligará a los asistentes a "construir su itinerario en busca de ecos, retumbos y repiques surgidos del combate entre la partitura y la orografía compleja de la ciudad", explico el músico, que avisó a los oyentes de que las campanas "suenan también al borde del silencio, por lo que hay que estar muy atentos".

La elección de las campanas de la catedral para este concierto busca unir la celebración del décimo aniversario del centro al homenaje a Lisa Guerrero, que siempre asoció Granada al movimiento del agua y al sonido de las campanas.

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