Un 'cervantes' para pagar las facturas del hospital

Es un clásico de la semana del Premio Cervantes. Días antes de que el Rey le entregue el galardón -cosa que sucederá el próximo viernes- el ganador se sienta a charlar con el titular del Ministerio de Cultura. Este año la conversación entre José Emilio Pacheco y la ministra Ángeles González-Sinde mezcló el debate de altura, la lectura de poemas y la perplejidad. Esta corrió por cuenta del poeta mexicano. "Yo pensaba que esto sólo les pasaba a los actores", dijo al ver la nube de fotógrafos que le recibió en el auditorio del ministerio.

Pacheco empezó anunciando que no tenía mucho que decir pero terminó hablando de todo: de sus libros más recientes -Tarde o temprano, que reúne su poesía completa, y la novela corta Las batallas en el desierto (ambos en Tusquets)- y de su preocupación por la salud de su amigo Carlos Monsiváis: "Ojalá se recupere pronto. Sin él no se entiende la cultura mexicana de los últimos 50 años. Voy a guardar el dinero del Cervantes para gastos de hospital. Es mi porvenir inmediato". También de la ola de violencia que sufre su país: "Lo terrible es que va ocupando hasta los oasis. De Cuernavaca se decía que era la ciudad de la eterna primavera. Hoy se dice que es la ciudad de la eterna balacera. Se ha vuelto tan terrible como Ciudad Juárez".

Sobre lo que no soltó prenda fue sobre el contenido de su discurso del viernes: "Si digo algo es que no lo voy a escribir". No parece, sin embargo, muy aventurado decir que hablará de la poesía. Ayer no paró de hacerlo: "Que alguien escriba poesía es un absoluto misterio porque todo está en contra. Una vez al hacerme un carnet dije que era escritor y la funcionaria me contestó: '¡Eso no es profesión!'. Y puso: 'Trabaja por su cuenta".