¿Un caballero venido a menos?
Matas reúne tres millones en tres días para eludir la cárcel
¿Puede un tipo que ha sido abandonado por sus amigos y colegas, aunque ha abonado una fianza de tres millones de euros en sólo tres días, ser considerado un caballero venido a menos?
A principios de año causó cierto revuelo no exento de alborozo en círculos sociales y políticos de toda España, por lo extraordinario del caso, la noticia de la constitución de la Fundación Marquesa de Balboa Ancianos Solitarios Venidos a Menos. Su inscripción en el registro de fundaciones del Ministerio de Sanidad fue publicada en el BOE del 25 de enero.
Los fines de la Fundación son: «atender y cuidar a pobres vergonzantes y ancianos solitarios venidos a menos, que vivan solos o en condiciones precarias, con su familia o con personas a quienes también estorban, o en residencias que tienen deficientes condiciones de higiene y en donde además les traten mal, atendiendo primero a las mujeres, y preferentemente a las que tuvieron una buena posición, con preferencia a las personas de la condición social que tuvo la extinta Excma. Sra. Marquesa de Balboa, que necesitan ayuda y no se atreven a solicitarla o no lo consiguen».
Ha pasado de ser ministro y presidente balear a sospechoso de casi todo
La dotación inicial para tan loable fin era de más de 600.000 euros, aportados por la fundadora, Isabel de Borbón, marquesa de Balboa, en su herencia, y depositados en una entidad bancaria a nombre de la fundación, con sede en Madrid, que preside Leticia de Borbón, condesa de Torrellano.
El caso es que Jaume Matas ha sido presidente de Baleares en dos ocasiones, ministro de Medio Ambiente con el PP en el segundo Gobierno de José María Aznar y ha acumulado tal patrimonio en unos pocos años que el juez José Castro, instructor del caso Palma Arena, ve casi imposible que lo consiguiera únicamente con los ingresos procedentes de tan elevados cargos públicos. Ahora, el magistrado le imputa una docena de delitos que, si llegara a ser declarado culpable, podrían suponerle hasta 24 años de cárcel.
A la vista del chaparrón judicial, el ex presidente balear tuvo que renunciar a su trabajo en una consultora de Nueva York y pidió la baja en el PP antes de ser expulsado. Rajoy le ha abandonado -en contraste con el trato recibido por Camps o Luis Bárcenas-, como la mayoría de dirigentes populares, antiguos compañeros.
El caso Palma Arena es uno de los escándalos de corrupción más paradigmáticos que han asolado Baleares en los últimos años. Se trata de la presunta malversación de caudales públicos por importe de 41 millones de euros de los alrededor de 110 que se pagaron por la construcción del velódromo de Palma. La Fiscalía Anticorrupción y el juez Castro sospechan que ese desfase sirvió para financiar campañas del PP en las islas y para nutrir el espectacular aumento del patrimonio de Matas y su esposa, Maite Areal. El matrimonio adquirió el llamado "palacete", que no es otra cosa que una casa señorial en pleno centro histórico de Palma, cuyo interior ha sido completamente remodelado, y también un piso de lujo en el barrio de Salamanca de Madrid, que aunque Matas niega que sea suyo, las explicaciones aportadas son tan surrealistas que el juez considera que son una burla al juzgado y a los ciudadanos. El magistrado y la fiscalía investigan además el desvío de fondos opacos a un paraíso fiscal.
El ya ex dirigente popular, que en su momento fue también consejero de Hacienda de Baleares, ha llegado a admitir ante Castro que no declaró unos 400.000 euros de ingresos extras y que también manejó dinero negro, para justificar un tren de vida difícilmente compatible con los ingresos declarados.
Aunque ha clamado por su inocencia, no parece una actitud muy gallarda eludir sus responsabilidades culpando a sus subordinados, como hizo ante el juez.
Hay quien considera que el hecho de que Matas haya abonado en tres días los tres millones de la fianza impuesta por el juez para eludir la prisión es el mejor indicio de su culpabilidad. Las acusaciones hay que probarlas y el ex presidente balear tiene derecho a la presunción de inocencia. Pero, teniendo en cuenta que ha pasado de ministro y presidente a sospechoso de casi todo, ¿no creen que lo de caballero venido a menos, de hecho, a mucho menos, le viene que ni pintado? Lo que es seguro es que, por el momento, no podrá acceder a las ayudas de la Fundación Marquesa de Balboa Ancianos Venidos a Menos, ni aunque finalmente ingrese en prisión, porque aunque sea solitario y vergonzante, no tiene todavía la condición de anciano.
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