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Cataluña basa su rechazo al silo nuclear en los riesgos sobre la fauna

Miquel Noguer

La Generalitat de Cataluña ya ha puesto negro sobre blanco por qué se opone a la instalación en Ascó (Tarragona) del Almacén Temporal Centralizado que con tanta vehemencia reclama el alcalde del municipio. Las alegaciones que el Gobierno catalán remitirá esta semana al Ministerio de Industria basan el rechazo de la instalación en los riesgos que existen sobre la fauna de los alrededores de Ascó, donde viven una treintena de especies protegidas. El hecho de que el almacén pretenda instalarse en una zona potencialmente inundable en caso de rotura de la presa de Riba Roja d'Ebre y que haya una población de casi 20.000 personas a escasos 15 kilómetros de la zona prevista para instalar el silo completan las alegaciones.

Aunque los terrenos reservados para la instalación no se encuentran dentro de ninguna zona protegida, sí están en las proximidades de cuatro áreas de interés natural. En ella viven especies en peligro de extinción, como el águila perdicera, sobre las que podría haber "un impacto ambiental de primer orden". Pero, además de los peligros sobre la fauna en sí misma, la Generalitat advierte de que, en caso de fuga nuclear, ésta se vería agravada por "la alta movilidad de las especies de avifauna presentes en la zona", que extenderían las partículas tóxicas por una amplia zona. Además del águila perdicera, viven en el área media docena de especies de murciélagos, el martín pescador, el águila real o el visón europeo.

"Gran potencial tóxico"

El informe indica que, en circunstancias normales, la zona destinada al almacén no es inundable, pero advierte del riesgo de crecida de dos barrancos cercanos. También hace hincapié en que, dada la extrema longevidad de la radiactividad de los residuos, hay que tener en cuenta episodios altamente improbables pero posibles, como la rotura de la presa de Riba Roja, aguas arriba del Ebro. "A los impactos físicos derivados de este posible acontecimiento se le ha de sumar el gran potencial tóxico del contenido del almacén, lo que supone una amenaza para la salud pública".

En Teresa de Cofrentes y Zarra (Valencia), miles de personas se manifestaron ayer también contra la eventual instalación en la zona del silo nuclear. Los manifestantes exigieron la implicación del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, para evitar la infraestructura.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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