'Alicia', a por los 300 millones

Si el rotundo éxito de Avatar (por encima de los 2.000 millones de euros en todo el mundo) no lo había dejado suficientemente claro, la llegada de Alicia en el País de las maravillas, de Tim Burton, a las pantallas es una prueba irrefutable del apetito del público por el 3D, especialmente cuando está en buenas manos. El filme lleva tres semanas liderando la taquilla estadounidense (en España se estrena el 16 de abril) y ya ha superado los 200 millones de euros en EE UU (425 en el mercado global): el 70% de esas ganancias vienen de las proyecciones estereoscópicas. Este fin de semana, si el estreno de Cómo entrenar a tu dragón no lo impide, Alicia superará los 300 millones; y en menos de un mes.

Para ser un enamorado del cine estereoscópico, Tim Burton siempre fue muy cauto a la hora de hablar del futuro de este nuevo formato: "Como cualquier otra tecnología, su uso puede ser bueno o malo. Se puede hacer buen 3D o mal 3D. A mí lo que me interesa es la mezcla de técnicas. Captura de movimiento, pantalla verde, imagen real, generada por ordenador. Y 3D. Un experimento, aunque en Disney nunca me quisieron oír hablar de ello. En Alicia, el 3D no es un truco para vender más entradas. Ayuda a entrar en el mundo alucinado de Alicia. Eso... y que ya no da dolor de cabeza", comentó justo antes de su estreno, nada seguro de lo que iba a conseguir. Ese día se acabaron las dudas. Las suyas y las de Disney.

Este éxito rotundo coloca la película en los anales de Hollywood, con el santo grial de lo que esta industria busca: una historia que apela a todos los públicos devolviendo al espectador a las salas. Como declaró Chuck Viane, presidente de distribución de Disney, Alicia es un "fenómeno cultural".

Un fenómeno cultural y de mercado: si Avatar fue el "sí se puede" del cine en 3D, Alicia llega más allá. El estreno de la séptima colaboración de Burton y Johnny Depp pone a prueba el sistema actual de distribución tras el anuncio de Disney de que sacará el DVD de Alicia a la venta en tres meses, uno menos de lo habitual, una decisión recibida entre los exhibidores con miedo y amenazas de boicot. Para Disney, y para el resto de los estudios, no tiene sentido esperar 16 semanas para volver a sacar partido a sus producciones en DVD cuando el 80% de la taquilla la hacen en las tres primeras semanas del estreno. Se trata de una batalla delicada, porque en EE UU las salas aumentan su porcentaje de lo percibido en taquilla a medida que van pasando los días en cartel. Son luchas internas que poco le importan a un público que, aun sabiendo que en tres meses podrá disfrutar Alicia en casa, prefiere participar de ese sentimiento de espectáculo que el 3D ha devuelto a las salas.

Lo que lleva a otro problema: la falta de pantallas 3D para calmar esta fiebre. Alicia se estrenó justo cuando Avatar perdía fuerza y con 220 nuevas salas en este formato en EE UU. Pero a partir de ahora la lucha es a muerte. Con sólo siete días de diferencia llegan Cómo entrenar a tu dragón y Furia de titanes a los cines estadounidenses en 3D. Las tácticas para hacerse hueco son brutales. DreamWorks ha exigido a los exhibidores todas sus salas para el estreno en 3D de su Cómo entrenar a tu dragón si quieren contar con la misma película para el resto de sus cines en versión tradicional. Así se aseguran el 10% extra de taquilla que aportan las proyecciones en 3D.

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