Ebro llena su chequera
El grupo vende la división láctea y trabaja en un plan con inversiones de 1.000 millones
Unas pocas semanas de puja han sido suficientes en el grupo Ebro Puleva para poner en manos de la multinacional francesa Lactalis su división láctea. Si las autoridades de la competencia no lo impiden, la empresa ingresará en caja 630 millones de euros, que supondrán no sólo eliminar completamente su endeudamiento de 556 milones que tenía a 31 de diciembre de 2009, sino tener un saldo positivo de tesorería y colocarse nuevamente en posición de salida para acometer nuevas operaciones de compra.
"Por el momento estamos en espera", señala su presidente y representante de su familia como principal accionista, Antonio Hernández Callejas. "No tenemos prisa, pero mentiría si dijera que no estamos viendo diferentes posibilidades para realizar compras".
El arroz y la pasta centran las prioridades de la compañía
Además de EEUU y Canadá, apostará por el norte de África y Asia
Desde esta posición positiva, el grupo Ebro Puleva trabaja en la elaboración de un plan estratégico con el horizonte de 2012 que debe ser aprobado por los consejeros de la empresa, pero que podía contemplar unas inversiones, según su presidente, de hasta 1.000 millones de euros.
"Aumentar el volumen de la facturación del grupo con una posición de liderazgo en los sectores donde desarrollamos la actividad forma parte de la filosofía de la empresa y es uno de nuestros objetivos", indica Hernández. "Pero lo importante es la rentabilidad de la misma, que es lo que piden los accionistas. Vender mucho sin beneficio no tiene sentido", añade.
De acuerdo con este planteamiento, el pasado año se desprendió de la división azucarera por 585 millones con la venta a British Sugar de Azucarera Ebro. Para el grupo, la división azucarera, con la reforma de la Organización Común de Mercado, perdió rentabilidad, y sobre todo se trataba de una actividad sin posibilidad de crecer en el seno del grupo.
Siguiendo el mismo criterio se ha desprendido de la división láctea por considerar que no tenía un peso en el conjunto del grupo actual, por la imposibilidad de crecer por la escasa cuota asignada a España y por el peso de los grandes grupos lácteos comunitarios. No obstante, aunque se trata de un sector maduro, desde Ebro Puleva se apostó por colocar sus ventas en un segmento de calidad y precio, reducir volumen y lograr el 50% de la cuota de mercado de la venta de leche para niños.
Esta filosofía ha sido también la seguida por el grupo en los últimos años en su política de compras en el exterior y es la que se quiere mantener en los próximos años.
En materia de sectores, el grupo va a seguir apostando por las actividades del arroz, donde ocupa una posición de liderazgo en el mundo, y las pastas y salsas, donde ostenta la segunda posición, con próximas compras, junto con la oferta de nuevos productos vía innovación en formatos y contenido con otras formas de presentación. Ebro Puleva es uno de los mayores grupos comunitarios en el desarrollo de I+D, con el destino de más de 13 millones de euros año.
El grupo no descarta entrar en otros sectores como el de las especias, e incluso, el aceite, negocio que tiempo atrás había sido descartado. En todos los casos, el objetivo sería lograr posiciones de liderazgo, o al menos tener la posibilidad de seguirlo. Ha presentado su oferta para la compra de la división arrocera de SOS, aunque no muestra especial preocupación si no logra la compra, y hace una mueca cuando se habla del aceite para insistir en que se trata de una actividad poco rentable... Aunque, se apresura a decir, no está en venta, "lo que está en venta es el arroz".
Hernández Calleja sólo quiere apostar por empresas o mercados que tengan recorrido para aumentar las ventas y donde sea posible mejorar su rentabilidad.
En esta línea, la empresa se halla muy satisfecha de los resultados obtenidos con las compras llevadas a cabo en los últimos años en el exterior, sobre todo en Estados Unidos y Canadá en los sectores del arroz y la pasta. Los objetivos de crecimiento del grupo se van a centrar en dos ejes. Primero, con más inversiones para mejorar la competitividad de las empresas en esos países. Segundo, tratando de entrar en nuevos mercados, tanto a través de la pura actividad comercial como con instalaciones industriales propias.
Hernández Callejas considera que, tanto el mercado español como los demás países comunitarios son mercados muy maduros donde las posibilidades de crecimiento en volumen y, sobre todo, de multiplicar la rentabilidad son escasas. De acuerdo con ese escenario, el grupo va a trasladar su ofensiva a otros países del hemisferio Sur. En esa estrategia de crecimiento se apuesta por el desembarco con fuerza en los países del norte de África, así como en otros asiáticos, donde ya cuenta con una presencia en el sector del arroz.
La venta de Puleva, junto con la de Azucarera Ebro, supone para el grupo haberse desprendido de las dos firmas que daban nombre al grupo. No se ve urgente modificar la denominación de la empresa, que podría quedar simplemente bajo el nombre de Ebro, aunque se barajan otras salidas.
Como se hizo tras venta de Azucarera, la venta de Puleva supondrá el pago de un dividendo especial para los accionistas. Hernández Callejas espera que la salida como accionistas de
Caja Duero y Caja España, con el 11% del grupo, se haga de forma ordenada, y lo entiende en cuanto el grupo no tiene ya presencia en la zona castellano-leonesa.
Caja en dólares y francos
A Antonio Hernández Callejas no le gusta que le vean simplemente como el presidente de un grupo que puso en manos de multinacionales dos empresas en alguna medida emblemáticas del sector agroalimentario español. "Se vendieron porque no hubo otra oferta española mejor". Pero reivindica para sí y para el grupo tener una empresa que mantiene una actividad industrial en 23 países desde lo más alto del hemisferio Norte, Canadá, hasta el punto más lejano de Asia con el arroz y la pasta como bandera.
Desde 2004, el grupo español ha invertido en el exterior un total de 1.400 millones de euros con las compras de Riviana por 310 millones; Minute Rice, por 203 millones; New World Pasta, en Estados Unidos y Canadá, por 263 millones; Panzani, en Francia, en el sector de las salsas, por otros 263 millones, y 30 millones en Alemania por Birkel.
En 2009 el grupo facturó 2.198 millones de euros, un 7% menos que en 2008 por la venta de Azucarera, pero ganó 176,5 millones, un 35% más que el año anterior. De estas ventas, el 38% corresponden a Canadá y Estados Unidos; sólo un 7% en España, tras la venta de la división láctea; el 51,7%, al resto de los países comunitarios, y un 3,5%, al resto del mundo. En función del Ebitda, el 49% corresponde solamente a Canadá y Estados Unidos, donde el grupo ha logrado un aumento espectacular de resultados; un 44,4%, a la UE, y sólo un 4,5% en España. -
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