"Cuanto más socializados estamos, más mentimos"
Pumuki nació como personaje de novela, luego cobró vida en el ciberespacio y se transmutó en uno más en la mente de los internautas. Un día murió y ha quedado en la memoria de quienes lo conocieron. Ahora, finalmente, llega en forma de novela de papel, convirtiéndose, quizá, en uno de los primeros personajes que ha cobrado vida en la Red antes de dar el salto al mundo real.
Ésa es la peripecia del protagonista de la nueva novela de Lucía Etxebarria, Lo verdadero es un momento de lo falso (Suma de Letras). Y sí, el título es una frase que resume parte del pensamiento situacionista de Guy Debord que inspira la novela, un espíritu que la autora comparte y desarrolla actualizándolo y jugando con las posibilidades que ofrecen las tecnologías emergentes. El resultado es un rompecabezas literario donde ficción y realidad se fusionan dando origen a un nuevo estadio.
Ha creado uno de los primeros personajes que cobra vida en la Red
"Mi imagen me crea problemas porque soy exitosa e independiente"
"Un juego de espejos que replican un mismo hecho, que distorsionan la realidad, la fragmentan", explica la escritora. Una historia donde un acontecimiento atraviesa un prisma y se hace real en función de las palabras de quien lo vivió. "¡La realidad no existe!", sentencia Etxebarria, que se apresura a invocar a Nietzsche: "No hay hechos, hay interpretaciones de la realidad".
Y la realidad que narra esta novela es la de Pumuki, cantante de la banda de música Sex & Love Addicts, que un día aparece muerto. Su vida es entonces reconstruida a través de las voces de una decena de personas. "Todos unidos por mentiras e infidelidades", desvela Etxebarria. "Todos mentimos", sentencia otra vez. Y explica que es algo que se suele hacer por tres motivos: por los hijos (si alguno es gay o tiene una minusvalía, por ejemplo), por uno mismo (en caso de infidelidad) e incluso por las mascotas.
-¿Por qué?
-Para sobrevivir.
-¿Por qué?
-Para proteger la estructura familiar y asegurar que se mantenga.
-¿Por qué una sociedad tan hipócrita?
-Cuanto más socializados estamos más se complica todo y más se miente. Mentimos y/o nos autoengañamos.
Máscara, identidad, realidad, ficción, desdoblamiento, alienación, imagen, sueño... son parte del rosario de temas que envuelve la existencia de Pumuki. Cuatrocientas páginas que son también un homenaje a la amistad. Allí quedan expuestas sus dos realidades, resumidas en una frase: "La amistad sincera se alimenta de recuerdos y la interesada de esperanzas".
No siempre se sabe distinguir la copia de lo real. Ella misma, Lucía Etxebarria, reconoce que tiene su propio avatar y que vive enfrentada a él: esa imagen que se tiene de ella como una mujer fuerte, polémica y que dice cosas que pueden desentonar. Según la escritora, no se corresponde con la Lucía de verdad, aunque reconoce que ella misma ha contribuido a crear esa imagen de manera inconsciente. Un avatar cuyo poder es tan fuerte en el imaginario colectivo que exige "mucho temple para soportarlo" y con el cual no es fácil convivir, confiesa quien ha ganado varios premios literarios como el Nadal y el Primavera. "Mi personaje público crea problemas independientemente de lo que yo haga". ¿Por qué? "Por que soy exitosa, independiente, soltera... El éxito siempre crea un ataque".
¿Acaso busca ella la polémica o la polémica la busca a ella? También ese tema es abordado en la novela. "El inconsciente trabaja. Hay una impronta en tu vida. Siempre encuentras lo que buscas".
El método de narrar un mismo acontecimiento desde varios puntos de vista ya lo había desarrollado Etxebarría en Amor, curiosidad, Prozac y dudas y en Cosmofobia. Pero en Lo verdadero es un momento de lo falso da unos pasos más allá. Primero escribió la novela, luego le creó en Facebook un perfil a Pumuki; entonces ella se desdobló en ese cantante veinteañero y empezó a interactuar en el ciberespacio como tal, además de tener su blog más personal y uno de la escritora que todos conocen. En otoño Pumuki colgó en YouTube el videoclip de su canción Coge palomitas y hace unos días se anunció su fallecimiento, que conmocionó a los 3.013 amigos que tenía en la Red.
Un mundo literario-real que recuerda dos piezas audiovisuales globales recientes que juegan también con las teorías situacionistas de Debord: Simone, la película donde Al Pacino crea en un ordenador a una actriz que se hace famosa y a la que todos toman por real, y la serie de televisión Perdidos, que trata de desentrañar un hecho a través de la vida de varios personajes y que plantea realidades paralelas. Filmes que esta autora, que en 14 años ha publicado 21 libros y guiones de cine, asegura desconocer. Ella deja sentencia de que "el mal más grande es la alienación en todo".
Babelia
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