El futuro del sistema financiero
Alberto Núñez Feijóo dobló ayer la apuesta e intensificó la presión política sobre los máximos responsables de las dos cajas gallegas para que negocien un acuerdo que salvaguarde el sistema financiero gallego. Al tiempo que el presidente de la Xunta recibía en un despacho del Parlamento a José Luis Méndez y Julio Fernández Gayoso, el PP protagonizaba un gesto inesperado en el hemiciclo de la Cámara destinado a limitar el margen de maniobra de los responsables de Caixa Galicia y Caixanova.
Los directivos de Caixa Galicia y Caixanova recibieron ayer en su visita al Parlamento algo más que un informe técnico para avalar la viabilidad de la fusión.
La reforma de la ley de cajas estaba en el programa electoral de los tres partidos. En cuanto se calentó el debate sobre el futuro de Caixa Galicia y Caixanova, hace dos semanas, el Bloque registró en el Parlamento -sin demasiadas esperanzas de que prosperase- una proposición de ley para modificar la norma que refundió en 2005 toda la legislación autonómica sobre cajas de ahorros.
El debate sobre el proyecto de ley para el aprovechamiento de la energía eólica en Galicia superó ayer su primer trámite parlamentario tras una fuerte bronca.
Las dos primeras viviendas ilegales de Ons fueron ayer derribadas sin que se registraran incidentes. Hay otras 24 amenazadas en mayor o menor grado. Un centenar de vecinos se había embarcado en Bueu a primera hora de la mañana con ánimo beligerante contra la operación, pero esa predisposición duró lo que la propia travesía hasta la isla, a bordo del Pirata de Ons.
Las trabajadoras del Consorcio Galego de Igualdade e Benestar se manifestaron ayer por las calles de Santiago contra los recortes de la Xunta. Varios cientos de personas, convocadas por la CIG, portaron pancartas contra los reducción de los servicios sociales y por la aplicación del convenio colectivo en el organismo dependiente de la Consellería de Traballo e Benestar.
SILVIA R. PONTEVEDRA | Cangas
Una escultura del artista cangués fue embarcada y montada en Fuerteventura a sus espaldas por una subcontrata de Fadesa que no le pagó ni reconoció la autoría