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Francia ensaya el currículo anónimo contra la discriminación

Antonio Jiménez Barca

Un grupo de grandes empresas francesas -entre ellas, L'Oréal, Accor, Axa o PSA-Peugeot-Citroën- recibe, desde esta semana y hasta dentro de seis meses, los currículos de los aspirantes a un puesto de trabajo sin nombre del postulante, ni su edad, ni su sexo, ni su dirección, ni su foto. Sólo constarán en el escrito los méritos, los estudios y la experiencia personal de cada uno, en un intento de no condicionar para nada a los trabajadores de los departamentos de personal y evitar así la discriminación por razón de edad, raza o procedencia.

La iniciativa no es nueva. De hecho, en Francia existe una ley de 2006 que estipula que todas las firmas de más de 50 empleados deben operar con currículos anónimos, pero el reglamento que la articula no ha sido aprobado nunca, con lo que el texto ha sido, de hecho, hasta el momento letra muerta.

Ahora, el comisario estatal para la Diversidad, Yazid Sabeg, ha retomado la iniciativa, de manera experimental, provisional y sólo para empresas que se presten voluntariamente a participar en el ensayo, a fin de evaluar su resultado en la realidad laboral. El mismo presidente de la República, Nicolas Sarkozy, en un discurso pronunciado en diciembre del año pasado se mostró partidario de este tipo de iniciativas.

Evitar prejuicios

Yazid Sabeg considera que el currículo anónimo puede ayudar a que los postulantes salven ciertas barreras invisibles cuando optan a un puesto de trabajo: "Es una medida útil para romper el muro de la primera entrevista y evitar los prejuicios. Para una empresa, es fuertemente simbólico", dijo ayer en Le Monde.

A este respecto, representantes de asociaciones juveniles enclavadas en barrios marginales de la periferia de París han denunciado que basta adjuntar el currículo el código postal de la localidad conflictiva en cuestión para que la solicitud del postulante acabe directamente en la papelera.

El secretario de Estado de Empleo, Laurent Wauquiez, aseguró que si la experiencia "es concluyente, podrá contagiar a más empresas a que pongan en marcha el sistema".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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