La papelera que avaló Vizcaya entra en concurso de acreedores

La papelera de Zalla que recibió un aval de la Diputación de Vizcaya de 2,5 millones de euros hace cuatro meses ha entrado en concurso de acreedores. El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao aceptó el miércoles la petición la empresa Pastguren, que fue presentada el pasado 16 de octubre, según confirmaron fuentes de la compañía, dedicada a la fabricación de pasta de papel. La planta, con cerca de 150 trabajadores, está parada desde hace una semana y el procedimiento concursal puede afectar a 500 empleos en la comarca, según los cálculos de la Diputación cuando justificó la concesión del aval.

La compañía había presentado la pasada semana un expediente de regulación de empleo (ERE) ante el Departamento de Empleo, pero sin el visto bueno del comité de empresa. El expediente preveía la regulación de empleo de la plantilla durante 120 días y fuentes sindicales ya comentaron entonces que el ERE era "un preludio de la mala situación" de la empresa y se temían que entrara en el proceso concursal, la antigua suspensión de pagos.

Este asunto se debatirá en las Juntas Generales de Vizcaya, tras haberlo solicitado Ezker Batua al conocer la presentación del ERE. Ante las acusaciones de discrecionalidad, la Diputación explicó al conceder el aval, en junio, que era una medida "excepcional e inusual" con la intención de salvar medio millar de empleos en la comarca. De hecho, el último aval concedido a una empresa por la Diputación de Vizcaya se remonta al año 2002: fue otorgado a la compañía creada por los trabajadores después del cierre de Mecánica de la Peña. Ascendió a 2,6 millones de euros.

En 2006, la institución foral pagó 15 millones de euros para comprar la papelera Virtisú, al lado de Pastguren y a quien suministra la pasta de papel, con el fin de evitar el traslado de la planta a Barcelona.