Una vacunación récord no evita que mueran dos millones de niños
A pesar de haber alcanzado niveles inéditos hasta la fecha, con 106 millones de dosis inoculadas el año pasado, la inmunización de recién nacidos en los países más pobres del mundo se queda corta, en unos 24 millones de vacunas, según un informe elaborado conjuntamente por la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial y las Naciones Unidas presentado ayer. El resultado son dos millones de muertes infantiles que se podrían evitar con la prevención adecuada.
Uno de cada cinco bebés del mundo se queda sin vacunar contra enfermedades que, aunque residuales en las naciones desarrolladas, siguen matando a miles de personas, como la rubeola, la meningitis o la gripe. Para ofrecerles una inmunización decente, las instituciones internacionales deberían invertir, al menos, 1.000 millones de dólares (casi 700 millones de euros). De momento, las vacunas existentes permiten salvar dos millones y medio de vidas cada año.
En la última década, el mercado de las vacunas ha vivido una eclosión insólita. En 2000, el gasto por niño en países subdesarrollados o en vías de desarrollo era de seis dólares (cuatro euros). En este momento se acerca, según los autores del informe, a unos 18 dólares (12 euros). Las transacciones con vacunas generan para las empresas fabricantes y distribuidoras unos 11.000 millones de euros anuales.
Para sufragarlo nació en 2000 la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización, creada por Unicef, la OMS, el Banco Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates. Sin embargo, muchos de países no cumplen los estrictos requisitos para poder recibir esa ayuda.
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