La fiscalía iraní promueve un juicio penal contra Karrubí

La fiscalía de Teherán estudia el procesamiento de Mehdi Karrubí, uno de los dirigentes opositores que cuestiona el resultado de las elecciones presidenciales en Irán, informó ayer la agencia oficial iraní, Irna. Karrubí denunció este verano las violaciones a jóvenes de ambos sexos detenidos por participar en las protestas poselectorales. El mismo comité que desestimó su acusación recomendó a la fiscalía que procediera contra él por libelo. El anuncio se interpreta como una advertencia del régimen ante los preparativos para una nueva movilización.

"Hemos recibido el informe del comité de investigación y estamos examinándolo", declaró el fiscal, Abbas Safari Dolatabadí, citado por Irna. "Ya hemos citado a algunas personas relacionadas con el caso", añadió. El responsable precisó no obstante que, de iniciarse un proceso contra Karrubí, sería competencia del tribunal especial del clero, ya que se trata de un religioso.

El anuncio se interpreta como una amenaza a los reformistas

No fue posible recabar la reacción de Karrubí. Uno de sus escasos colaboradores que aún no ha sido encarcelado, el ex alcalde de Teherán Gholamhosein Karbashchi, declinó comentar la noticia. Sin embargo, varios analistas ven el anuncio precisamente ahora como una vuelta de tuerca contra la oposición.

"Es una amenaza muy clara para los reformistas ante los planes de convertir Teherán en un mar verde el 4 de noviembre", explica un observador. Ese día se celebra el aniversario de la toma de la Embajada de EE UU y la oposición se prepara para expresar su descontento aprovechando la manifestación oficial.

De hecho, el fiscal aún no ha presentado cargos, a pesar de que los sectores más duros del régimen llevan semanas pidiendo que se procese a Karrubí y a los otros dos líderes de la oposición, Mir Hosein Musaví y Mohamed Jatamí. Dar ese paso con cualquiera de ellos podría generar nuevas protestas ya que los tres gozan de gran popularidad.

Karrubí denunció las violaciones a detenidos en agosto, sin conseguir que ninguna institución le hiciera caso. Cuando Sadegh Lariyaní tomó posesión como jefe del poder judicial, anunció la formación de un comité de investigación, lo que se consideró un gesto de buena voluntad. Sin embargo, cinco días después, esa comisión desestimaba las denuncias.