_
_
_
_
_
CÁMARA OCULTA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Paradojas

Es curioso cómo la realidad y la teoría se empeñan en ir desparejadas. Por ejemplo: mientras el Ministerio de Cultura pretende que las películas españolas a proteger sean cada vez más caras, el jurado internacional del último festival de San Sebastián ha premiado precisamente las películas españolas de menor coste, algo que, con suerte, podría invitar a la reflexión a nuestros gestores. Igualmente podría impulsarles a cavilar el hecho de que el jurado de TVE compuesto por mujeres para premiar "películas que traten de temas cercanos al mundo femenino" haya destacado Precious, dirigida por un hombre, Lee Daniels, y que la mención especial del mismo jurado también haya sido para una película dirigida por un varón, La mujer sin piano, de Javier Rebollo. A lo que se ve, en lo tocante a la diferencia de género ninguno de los dos tiene la exclusiva para hablar del propio.

Otra curiosidad: mientras que la mayoría de los críticos españoles desdeñaba la película Los condenados, de Isaki Lacuesta, la Federación de la crítica internacional la ha considerado, al otorgarle su único premio, nada menos que la mejor película de todo el festival. Diferencia de lenguajes, de culturas, de sensibilidades, de simpatías... quién sabe. Cuando se dice "la crítica" o "los críticos" no se está hablando de un cuerpo uniforme, sino de gustos y de opiniones, a veces bien dispares como se ve.

Hablando de premios, mientras grandes actores competían por la Concha de Plata, el jurado decidió dársela como mejor actor a un muchacho estupendo y valiente que padece síndrome de Down. En esta paradoja no hay gran sorpresa ya que es frecuente que los jurados antepongan otras apreciaciones a la profesionalidad de los actuantes. Ocurrió ya en los pasados Goya con el premio a Juan Manuel Montilla, El Langui, otro tipo bravo. Ha ocurrido alguna vez igualmente en los Oscar, y con harta frecuencia en otros festivales, pero no por ello deja de sorprender cuando ocurre.

La divergencia entre críticos y jurados ha vuelto a ser noticia en San Sebastián. La película preferida por la crítica, El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, no obtuvo premio alguno del jurado oficial ni de ningún otro jurado paralelo. Todos vemos las mismas películas y los mismos problemas, pero las miradas son diferentes. Como con las disposiciones legales.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_