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Unos monos daltónicos ven en color gracias a un gen humano

Javier Sampedro

Los monos-ardilla, o saimiri, tienen una visión muy distinta según el sexo: las hembras distinguen el rojo del verde, y los machos son daltónicos. Pero los investigadores les han dotado de la visión en color que les falta por naturaleza metiéndoles los genes humanos que sirven para eso.

El daltonismo clásico (la incapacidad de distinguir el rojo y el verde) es la enfermedad genética más común en humanos. Se debe a la falta de uno cualquiera de los dos receptores (fotopigmentos) que cubren esas longitudes de onda en la retina. Jay Neitz y sus colaboradores de la Universidad de Washington (Seattle), que presentan hoy su trabajo en Nature, creen que su técnica puede servir en el futuro para corregir el daltonismo humano.

Los investigadores también añadieron un tercer fotopigmento que permite la visión tricromática a otras especies, como la nuestra, pero del que carecen por completo los monos-ardilla, sean machos o hembras. Además, este tercer gen fue administrado a monos adultos. Los científicos administraron los genes por inyección subretinal.

El hecho de que el tercer gen funcione contradice la idea vigente. Se suponía que el tratamiento de los problemas congénitos de la visión, como el daltonismo, sólo sería eficaz si se administrara a niños muy pequeños, o durante una "etapa crítica" de su desarrollo.

Pero la mera adición de un tercer gen del color a los monos adultos les dota de visión tricromática, una capacidad inexistente en su especie. Luego la capacidad de ver en color no depende de ningún proceso del desarrollo infantil, al menos en los monos-ardilla.

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