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Las nuevas células madre son capaces de generar un ratón

Científicos chinos crean roedores a partir de piel y pelo

Javier Sampedro

Las células madre de la tercera vía acumulan méritos hacia su aplicación médica. Son las células iPS (Induced Pluripotent stem Cells, o células de pluripotencia inducida), que se obtienen reprogramando simples células de la piel o el pelo, pero son tan versátiles como las embrionarias. Dos laboratorios de Pekín han demostrado que son capaces de generar no ya todos los tejidos del cuerpo, sino ratones vivos y coleando. El primero se llama Tiny.

Qi Zhou, Fanyi Zeng y sus colegas de la Academia China de Ciencias en Pekín empezaron por generar 37 líneas celulares a partir de simples células de la piel de los ratones. La mayoría no sirven, pero tres de ellas han producido 27 ratones. Y deben encontrarse en forma, porque ya han tenido un hijo por el procedimiento estándar, según datos que presenta Nature.

La técnica se basa en añadir a las células sólo cuatro genes

Pero los científicos añadieron ayer que ya tienen 200 ratones de la segunda generación y 100 de la tercera. También admitieron que algunos de ellos padecen malformaciones.

En otro trabajo presentado en Cell Stem Cell, Shaorong Gao y su equipo del Instituto Nacional de Ciencias Biológicas, también en Pekín, presentan unos resultados similares a menor escala: cinco líneas celulares iPS, un solo ratón adulto. Otros tres murieron antes de nacer.

Las células iPS han revolucionado en los últimos dos años la investigación en medicina regenerativa. El objetivo de la clonación terapéutica es la futura obtención de células madre genéticamente idénticas a un adulto. Pero laboratorios japoneses, norteamericanos y españoles han demostrado que las células de la piel o del pelo pueden dar marcha atrás en su proceso de desarrollo hasta recuperar su estado primigenio.

De forma inesperada, la técnica se basa en añadir a las células de la piel tan sólo cuatro genes. Los científicos los llaman Yamanaka factors, en honor del investigador japonés que los descubrió hace tres años. Los cuatro son "factores de transcripción", genes que regulan a otros genes.

Estos cuatro factores de transcripción son capaces por sí solos de desbaratar el programa genético típico de las células diferenciadas (de la piel, o del pelo) y devolverlo a una configuración genética que vuelve a ser capaz de convertirse en cualquier otra. Y de generar un ser vivo completo, según sabemos ahora.

El ratón <i>Tiny,</i> nacido tras la obtención de células madre de nueva generación en China.
El ratón Tiny, nacido tras la obtención de células madre de nueva generación en China.AP

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