Recetas contra la abstención
Expertos internacionales ven en las nuevas tecnologías y las fórmulas de participación directa una vía complementaria a las elecciones tradicionales
La receta es que no hay una sola receta para combatir el fenómeno de la abstención. Pero sí ingredientes que, combinados en función del contexto, sirven para luchar contra la desafección política, una de las plagas de las democracias occidentales en los últimos tiempos. Es una de las conclusiones de Devolver la ciudadanía a la democracia, recuperar la democracia para la ciudadanía, un curso organizado en Barcelona por el Consorcio Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
El catedrático de Ciencia Política y director del curso, Josep Maria Vallès, alerta de que "si la ciudadanía no se hace suya la política, ésta se ve amenazada por la antipolítica". Pero desde el realismo que supone aceptar que la principal herramienta siguen siendo las elecciones, Vallès aboga por "complementarlas con instrumentos de participación más directos". "Con todo", reflexiona, "hay niveles de gobierno donde son más factibles los mecanismos alternativos, mientras que en otros hay que delegar. La cuestión es no atacar sistemáticamente la democracia parlamentaria y ver que, bien dosificadas, otras fórmulas también tienen rendimiento".
El curso se celebró la semana pasada, justo cuando el tripartito aceptó que el curso que viene se abra en el Parlament la ponencia conjunta que debe discutir la futura ley electoral catalana.
JOSEP LLUÍS MARTÍ: "La tecnología articulará otros canales"
El profesor de Ciencia Política de la Universidad Pompeu Fabra Josep Lluís Martí sostiene que "el declive de la participación electoral, lejos de ser preocupante, es positivo y muestra hacia dónde puede ir el futuro, cuando las nuevas tecnologías permitirán articular múltiples canales de participación en una democracia mucho más global". Martí defiende que las tecnologías ya atestiguan "una participación mucho más amplia que la electoral". "Hay que romper la rigidez de pensar en términos electorales, la ciudadanía participa e Internet es la muestra. También es importante la calidad de la participación".
DIETER FUCHS: "Aprovechar el apoyo a la democracia"
El jefe del departamento de Política e Investigación de la Democracia de la Universidad de Stuttgart, Dieter Fuchs, parte de la base de que la política tiene "resistencias estructurales". La primera es "la poca importancia relativa que los ciudadanos otorgan a la política, porque, cuando se les pregunta, la cuestión está en los últimos puestos de su interés". La segunda traba es "el alto coste que supone informarse antes de participar". Fuchs está convencido de que ambas pueden salvarse y de que hay que aprovecharse de que buena parte de quienes votan lo hacen "simplemente para apoyar la democracia".
BRUCE CAIN: "Democracia demasiado fácil de usar"
Procedente de California, donde la celebración de referendos es constante, Bruce Cain, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Berkeley, llamó "a la sensatez y al diseño de las instituciones y las políticas desde el realismo". Cain alerta de los peligros de los referendos: "Muchos de nuestros problemas tienen que ver con una democracia demasiado fácil de usar. Allí un millón de dólares te permite hacer una consulta y basta que se aprueben dos ideas tontas para tener un problema gordo", advirtió, y se mostró "escéptico" sobre si la gente tiene suficiente información cuando decide.
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