La fiscalía hondureña pide la captura del presidente Zelaya

A pesar de que un golpe de Estado es una cosa muy seria, lo que está pasando en Honduras tiene a veces tintes cómicos. Con toda la majestuosidad de su cargo, el fiscal general del Estado compareció ayer para comunicar, entre otras cosas, que ya ha cursado una orden internacional de búsqueda y captura para que Interpol detenga "donde se encuentre" al presidente Manuel Zelaya. O sea, un Gobierno golpista ordenando a todas las policías del mundo que le echen el guante al mismo presidente que, hace sólo cinco días, fue sacado a la fuerza de su casa por un comando del Ejército y enviado a Costa Rica.

Nadie le preguntó al fiscal general adjunto: oiga, señor Roy Urtecho, y si Zelaya es sospechoso de haber cometido 18 graves delitos como usted acaba de señalar, ¿por qué no lo detuvieron el domingo, le leyeron sus derechos y lo llevaron a prisión en vez de expulsarlo de mala manera y en pijama? Nadie se lo preguntó porque, estos días, en Honduras los papeles están muy bien repartidos. Quienes preguntan esas impertinencias son los periodistas extranjeros. Los locales no lo pueden hacer, sometidos como están a la mordaza de unas empresas unidas como uña y carne al nuevo Gobierno. El reparto de papeles incluye otro asunto: los partidarios de Zelaya, así como sus actos de protesta, son sistemáticamente obviados en las televisiones, radios y periódicos locales.

Y, a pesar del toque de queda y del recorte de libertades que vive el país, los hondureños están empezando a manifestarse en contra del golpe de manera significativa. Tegucigalpa fue testigo ayer de la primera manifestación multitudinaria a favor del regreso de Zelaya y en contra de su sustituto, Roberto Micheletti. Hubo gritos en contra de los golpistas, pancartas y hasta música. Bajo un sol de castigo, los opositores al nuevo régimen experimentaron por primera vez la emoción de encontrarse juntos y en cantidad suficiente como para albergar esperanzas. El dirigente sindical Carlos H. Reyes denunció: "Las autoridades golpistas quieren llevarnos al enfrentamiento social. Están buscando un baño de sangre, porque ésa es la única manera que tienen de perpetuarse en el poder".

A última hora llegó la noticia de que la Organización de Estados Americanos (OEA) ya está haciendo gestiones efectivas -se acabó el tiempo de las declaraciones meramente formales- para restituir a Zelaya en el poder. El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, tiene previsto viajar hoy a Tegucigalpa. En su agenda de trabajo, un único punto: que Manuel Zelaya vuelva a la Casa Presidencial.