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Reportaje:

La vida familiar, en el microscopio

Yesim Ustaoglu, última Concha de Oro, estrena su película 'La caja de Pandora'

Gregorio Belinchón

Es difícil saber cómo se tomaría un cineasta español ganar en un festival turco, pero a la directora Yesim Ustaoglu triunfar en el último San Sebastián le supuso una alegría inicial en septiembre seguida de meses de laxidad. Ni la Concha de Oro a la mejor película, La caja de Pandora, ni la Concha de Plata a la mejor actriz para su protagonista, la veterana francesa Tsilla Chelton, le suponen meses después nada más que un gesto vago, a medio camino entre la felicidad y la indiferencia. "Es un buen reconocimiento. Inmediatamente se vendió a muchos países, y aún sigue funcionando en los mercados", dice Ustaoglu, una arquitecta que aparenta menos años que sus 49. Según avanza la conversación, la cineasta se revela como una mujer calmada, apaciguada, muy cercana al ritmo de su filme. Así que probablemente sea cierto que le hizo muy feliz ganar en San Sebastián. "De verdad". Y lo logró con un filme que gira alrededor de una anciana senil, de la incomunicación con y entre sus tres hijos, y de la fuerte relación que nace entre la mujer y su nieto rebelde. A la anciana le da vida la francesa Chelton. "Tuve un poco de suerte y bastante de duro trabajo. Me costó mucho convencerla y al final el resultado es espléndido".

Ustaoglu asegura que La caja de Pandora era un aviso al resto de la sociedad sobre el desmoronamiento de la vida familiar. "Ése es exactamente el leit motiv. La gente ya no habla entre sí, y ya ni siquiera me refiero a los amigos o vecinos, sino a hermanos o padres e hijos. Mi familia puede reconocerse en algunos momentos del filme, aunque nos sintamos más cercanos que los hijos de La caja de Pandora. Toda la sociedad, el sistema, sufre una falta de humanidad". Incluso en culturas mediterráneas, más tradicionales, como la turca. "Ahora estamos radicalmente divididos en dos: la gente de clase más moderna, establecida en la ciudad, y la que vive en el campo, más anclada en la tierra". Y la inmigración ha roto en ambas sociedades "las ligazones que unían a esas clases". ¿Culpables de la pérdida de humanidad en el día a día? "El mal uso de la tecnología. Porque en realidad si la utilizáramos bien nos ayudaría a comunicarnos, a exponer los sentimientos, a ser más transparentes. Al menos Turquía ha avanzado mucho y vivimos más libremente. No hay forma de poner puertas a Internet". Y se pone como ejemplo: "Nunca enciendo mi ordenador los fines de semana".

Al menos La caja de Pandora emite una señal de esperanza con la relación entre el nieto adolescente y su abuela anciana. "Hay algo de rebeldía y de choque contra tus padres en el acercamiento a los abuelos". Por ahí va su próximo proyecto: "Acabo de escribir un guión sobre adolescentes, sus pérdidas, deseos y crisis vitales, aunque, ante todo, sobre el descubrimiento del amor verdadero".

La directora Yesim Ustaoglu.
La directora Yesim Ustaoglu.CLAUDIO ÁLVAREZ

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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