Vizcaya avala con 2,5 millones a una papelera para salvar 500 puestos

Tres años después de que concediese su última ayuda, la Diputación de Vizcaya vuelve a intervenir en las papeleras de Zalla. El diputado general, José Luis Bilbao, anunció ayer la presentación de un aval foral de 2,5 millones de euros para la empresa Pastguren para evitar su cierre y salvar así 500 empleos en la comarca. En 2006, la institución foral vizcaína pagó 15 millones de euros para comprar la papelera Virtisú -sita al lado y a la que Pastguren suministra la pasta de papel- con el fin de evitar el traslado a Barcelona con el que había amenazado la compañía.

Entonces ya se vinculó la compra de Virtisú a la supervivencia de Pastguren. El diputado general incidió ayer en que ahora vuelve a registrarse una situación similar, aunque el origen del problema se sitúa esta vez en Pastguren. "Supondría la caída de todo el sector [papelero] y la ruina" para la comarca de Las Encartaciones, precisó.

La Diputación no concedía una ayuda similar desde el año 2002

Bilbao aseguró que la Diputación ha decidido tomar esta medida "ante la inacción del Gobierno López", una crítica que sigue la línea anunciada por el PNV de que seguirá "liderando" el país a través de las diputaciones. El diputado general sostuvo que hace dos semanas envió una carta al lehendakari para abordar proyectos que se deben acometer en Vizcaya y otras medidas urgentes. "Como no he tenido respuesta, hemos aprobado el aval, ya que no podíamos esperar más, porque si cae Pastguren, cae todo el sector papelero de Vizcaya", enfatizó.

"Esperemos a que terminen las sesiones fotográficas", abundó en sus censuras a Patxi López tras la cita del lehendakari con los agentes sociales y su audiencia con el Rey, "y el Gobierno vasco empiece a trabajar, pero hay cosas en este país que no pueden esperar".

El aval a la fabricante de pasta de papel se fundamenta, según explicó Bilbao, únicamente en su falta de liquidez, puesto que no tiene problemas de funcionamiento y está vendiendo su producción. La medida resulta "excepcional e inusual", precisó. De hecho, el último aval concedido a una empresa por la Diputación de Vizcaya se remonta a 2002: fue el caso de la compañía creada por los trabajadores tras el cierre de Mecánica de la Peña. Ascendió a 2,6 millones.

De todas formas, Bilbao admitió que el aval a Pastguren no supone una solución definitiva para el sector vizcaíno del papel y manifestó que se requiere un proyecto industrial integral que garantice su viabilidad.

La zona de Las Encartaciones ha vivido durante los últimos años una de las peores situaciones económicas de Euskadi. A los problemas en las papeleras, se unió en 2006 la deslocalización de la multinacional Reckitt, que fabricaba productos de limpieza del hogar e higiene personal, que cerró su planta con 194 empleados en Güeñes, un mes después de que lograse recalificar los terrenos, lo que le reportó beneficios de más de cinco millones. El entonces lehendakari, Juan José Ibarretxe, prometió crear dos empleos en la zona por cada uno que se perdiese y surgió el proyecto de Afer, que, salvo sorpresa, se quedará al final sobre el papel.