Defensa admite que fue un error no evitar la entrada de niños en la base

La ministra de Defensa, Carme Chacón, suspendió su asistencia a un acto de campaña en Cornellá de Llobregat (Barcelona) y acudió, en compañía de la cúpula de su departamento, al Hospital Militar Gómez Ulla (Madrid). No pudo visitar a los nueve soldados que estaban allí hospitalizados con síntomas de nueva gripe pues, a primera hora de la mañana, recibieron el alta.

Se limitó a reunise con el director del centro hospitalario y con el inspector general de Sanidad de la Defensa, los generales Ricardo Muro y Juan Montero, respectivamente. A la salida, confirmó a los periodistas que ha ordenado la apertura de un expediente informativo para aclarar lo sucedido en la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares (Madrid) desde la aparición del brote, el pasado lunes, hasta que el Ministerio de Sanidad confirmó el viernes 11 casos de afectados por el virus H1N1.

Chacón ordena un expediente para aclarar la presencia de niños en la base

El Gabinete de la ministra fue informado tras la visita escolar

El expediente informativo, encargado por Chacón al jefe del Ejército de Tierra, el general Fulgencio Coll, deberá aclarar, "en particular, las razones por las que se autorizó el miércoles la visita" a la base de alumnos de primaria del vecino colegio público Virgen de la Encina, según la ministra.

Chacón insistió en que los escolares no corrieron ningún riesgo, pues el contagio sólo se produce por "contacto directo" y la zona de la visita estaba muy lejos del pabellón donde estaban aislados los soldados enfermos.

No obstante, fuentes de Defensa admitieron que "lo más prudente" habría sido que el director de la Academia, el general Pedro Vivas, hubiera suspendido la visita escolar, programada desde hacía tiempo, para evitar la alarma que luego se ha generado entre sus familias.

La primera excursión de un grupo de alumnos tuvo lugar el lunes, coincidiendo con la aparición del brote. Pero cuando se produjo la segunda visita, ya el miércoles, la situación era muy distinta. El martes acudió a la base el subdirector general de Sanidad, el general Luis Villalonga, -su superior, el general Montero, estaba de viaje- con un equipo de epidemiólogos. Fue éste quien adoptó, en aplicación del protocolo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las medidas de aislamiento de los enfermos y tratamiento preventivo con Tamiflu.

Al mismo tiempo, según Defensa, se informó al Centro de Alertas Epidemiológicas de la Dirección de Salud Pública, del Ministerio de Sanidad, y se remitieron muestras al Hospital Gómez Ulla, donde quedaron ingresados los seis soldados que presentaban síntomas más preocupantes. En ese momento se sabía que había un brote de gripe en la base, aunque se ignoraba si se trataba del nuevo virus de origen porcino. Los médicos se inclinaban a pensar en un caso de gripe común, pues ninguno de los afectados había viajado recientemente a México.

El Gabinete Técnico de la ministra Carme Chacón fue informado el miércoles por la tarde, según fuentes de Defensa. La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, recibió la noticia el jueves por la mañana, poco antes de que el Gómez Ulla confirmara que los análisis provisionales daban positivo en 11 casos. El Instituto de Salud Carlos III, único acreditado para certificar el contagio por el virus H1N1, confirmó los diagnósticos el viernes.

Ayer, la cifra de militares "en estudio" con síntomas de gripe, pero sin diagnóstico, sumaba 61, tres más que el día anterior. Aunque todos los casos son leves, la alarma no remite. Según fuentes militares, un suboficial destinado en la base fue trasladado el viernes en ambulancia junto a sus dos hijos al Instituto Carlos III, donde les tomaron muestras para efectuar un análisis.

La OMS informó ayer de que ya son 12.0222 los afectados y 86 los muertos por H1N1, en 43 países. En España son 126 los afectados. El mundo observaba ayer con atención Congo. Allí se registraron ayer tres casos sospechosos. Si se confirmaran, el virus habría llegado también a África.