El toro era un negocio en sí

El toro de Osborne, uno de los iconos publicitarios más populares de España, que data de 1956, ya no es la imagen corporativa de la histórica compañía andaluza. De la silueta del toro bravo que se alza a los lados de las carreteras de España, testigo de una tórrida escena de la película Jamón, Jamón, el grupo agroalimentario ha pasado a un logotipo que prima el nombre de la compañía y que deja asomar la cabeza del astado en la letra "o" de Osborne. "Este logotipo es el escaparate de un cambio más profundo que ha hecho la compañía, porque tras una investigación de clientes nos hemos dado cuenta de que no sabían que teníamos otros productos, como el jamón", explica el consejero delegado Ignacio Osborne.

La firma quiere presentarse como una marca agroalimentaria, propietaria de otras áreas de negocio además de los vinos de jerez, tan asociados al toro, como el agua Solán de Cabras o los jamones 5 Jotas. Morillas Brand Design ha diseñado el nuevo logotipo.

Pero el toro no desaparece de la vida de los Osborne. La compañía ha decidido explotar el tirón de la imagen, imitada hasta la saciedad en innumerables artículos, y ha concedido licencias desde hace meses a una decena de compañías que fabricarán joyas, corbatas, cartas, bolsos, agendas o cascos de motos, entre otros. Según Osborne, "estas licenciatarias pueden llegar a facturar unos 10 millones de euros, y nosotros cobraremos diferentes royalties (cobros por derechos de autor)". "Hasta hace poco, todo lo que se vendía en la calle con el toro de Osborne carecía de licencia", apunta el consejero delegado de la compañía. -