"Tenemos un problema interno", admite el jefe del servicio secreto

"Tenemos un problema interno que tendremos que resolver". La franqueza del director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Saiz, sorprendió a los diputados. Los responsables políticos no suelen reconocer los problemas. Y menos en público.

Quizá porque el jefe del servicio secreto no tenga costumbre de comparecer en el Congreso con luz y taquígrafos -la de ayer fue la segunda vez en cinco años-, no tuvo empacho en reconocer que algunos de sus agentes están "descomprometidos" con el proyecto del CNI: "No es cuestión de que quien discrepa se queda fuera. Quien se queda fuera es porque él mismo se está autoeliminando".

Saiz negó, no obstante, que haya un clima de desmotivación en el centro. "Si fuera así", alegó, "sería imposible que hubiéramos alcanzado los mejores resultados de nuestra historia".

A ese núcleo de descomprometidos atribuyó implícitamente las noticias que, en abril pasado, publicó el diario El Mundo y que le atribuían, entre otras irregularidades, la realización de obras en su domicilio y la práctica de deportes como la caza en Malí y Senegal y el submarinismo en México con cargo al CNI.

"Jamás he usado dinero público para sufragar ningún gasto personal o privado", enfatizó. Negó que viajara a Malí en 2008 o que haya cazado en Senegal y alegó que el fin de semana que pasó en 2004 con su homólogo mexicano, tras una reunión de servicios secretos, no tuvo ningún coste para el erario público.

Saiz ofreció además las facturas de las obras que, por 68.500 euros, ha realizado en su casa en los últimos cinco años. "Yo sí tengo las facturas", subrayó. Nadie mostró interés en verlas.

Por otra parte, el CNI retiró temporalmente la semana pasada a parte de sus agentes en Cuba tras un incidente con las autoridades de la La Habana, informa Europa Press.