Colombia aboga por una lucha regional contra la violencia

Como "un gesto de confianza en Colombia" calificó el presidente Álvaro Uribe la creación hace 20 años de la Fundación Santillana para Iberoamérica, que tiene su sede en Bogotá. Lo cree así porque en 1989 este país vivía uno de los peores momentos, con la amenaza del narcotráfico y los grupos armados que pusieron en jaque al Estado. Uribe habló en el acto de conmemoración del vigésimo aniversario de esta entidad que se ha convertido en un puente cultural entre los "dos mundos".

Fue un acto académico con dos grandes debates: La Cumbre de las Américas, y Colombia y sus vecinos: la seguridad regional. En el primero, la discusión giró en torno a la nueva relación América Latina-Estados Unidos en la era Obama. Una relación "entre iguales", como la calificó Gustavo Suárez Pertierra, presidente del Real Instituto Elcano, quien hizo de moderador.

Ignacio Polanco: "Hemos sido parte sustancial de Colombia"

Para la embajadora colombiana en Washington, Carolina Barco, una anécdota refleja esta nueva relación. Obama, según contó, en la reciente cumbre, en las tres reuniones de trabajo, se sentó a escuchar y envió el mensaje claro de que está dispuesto a oír incluso a sus adversarios. Para el ex canciller Guillermo Fernández de Soto, quien también participó en esta mesa, uno de los mayores logros de la cumbre fue que permitió recuperar el papel de la diplomacia, como factor fundamental para construir la confianza en una América Latina donde hoy hay grandes discrepancias. "El gran ganador fue Obama", dijo. Y destacó una de sus frases: "Olvidemos el pasado y construyamos juntos el futuro". En este segundo debate participaron, entre otros, el ministro de Exteriores, Jaime Bermúdez, y el viceministro de Defensa, Sergio Jaramillo. Colombia tiene relaciones difíciles con Venezuela y Ecuador. Con este último, se dañaron a raíz de la operación militar contra un campamento de las FARC en territorio del vecino país, en la que murió Raúl Reyes, número dos del grupo armado.

Bermúdez cifró la esperanza de restablecer estas relaciones "en encontrar mecanismos eficaces de cooperación en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo". Jaramillo fue más directo. Sin la colaboración de los países vecinos Colombia no saldrá del problema del narcotráfico y terrorismo. "Si no estamos en lo mismo, el esfuerzo se pierde".

La Fundación Santillana en América Latina tuvo su origen, recordó el ex presidente Belisario Betancur -que ha sido su presidente en estos 20 años-, en un encuentro en Santillana del Mar con Jesús de Polanco. Polanco le invitó a crear un ámbito de reflexión y a trabajar para sembrar educación y cultura.

"Antes y hoy", dijo Betancur, "pensamos que en cada niño nacen nuestras patrias". Por eso, entre las muchas actividades que se han realizado en estas dos décadas, la Fundación destacó la creación hace 15 años del Premio Santillana de Experiencias Educativas. Se han destacado trabajos como Experiencias pedagógicas en el trabajo de formación de valores a partir de la obra Don Quijote de la Mancha o Aprender a vivir juntos; educación para la convivencia.

"El balance nos llena de orgullo", dijo Ignacio Polanco, presidente del Grupo Prisa. "Hemos sido parte sustancial de este país". Santillana es un referente cultural indiscutible en esta ciudad de ocho millones de habitantes. "Sin Santillana, en estos 20 años no hubiera tenido el mismo peso el debate iberoamericano, el debate España-Colombia", dijo la ex canciller y ex embajadora en España María Emma Mejía. "Es sorprendente cómo un centro cultural se ha convertido en el centro del debate político democrático, sin sesgos".

Por esta tarea, por ser un referente obligado de la identidad iberoamericana y por su labor de mecenazgo, la Fundación recibió ayer la medalla al mérito cultural. La entregó el presidente Uribe; la recibió Belisario Betancur, "el obrero de la cultura", como le calificó el primer mandatario.