Brasil prevé adelantar el pago de la energía que recibe de Asunción para ayudar a Lugo
El Gobierno de Brasil estudia adelantar a Paraguay los pagos por la electricidad que recibe de la presa de Itaipú. Aunque el proyecto pertenece a medias a los dos países, los paraguayos sólo consumen un 5% de su mitad, así que el resto se lo venden a precios preferenciales a los brasileños. Por esta energía, Brasil suele pagar 79,5 millones de euros y ahora sopesa desembolsar unos 165 millones, según reveló ayer el diario Estado de São Paulo. Está previsto que el presidente Lula ponga la oferta sobre la mesa la semana próxima, cuando lo visite su homólogo paraguayo, Fernando Lugo, en Brasil.
No es un secreto que Lugo está pasando momentos críticos en su Gobierno. A la fuerte oposición con la que ya arrancó su mandato en agosto pasado, en las últimas semanas se han sumado los escándalos por las múltiples paternidades del ex obispo. Lula quiere apuntalar la popularidad de su vecino dándole dinero para la caja chica. Con estos fondos, el presidente paraguayo puede poner en marcha algunos de los programas sociales que prometió durante la campaña. Aparte del dinero contante y sonante, Brasil prevé ofrecer a Paraguay una línea de crédito de 760 millones de dólares para la construcción de infraestructuras (puentes, tendidos eléctricos, etcétera).
Lula ofrecerá al país vecino una línea de crédito de 760 millones
El grueso de las ayudas que Lula le ofrecerá a Lugo el 7 de mayo no son una novedad. Paraguay ya ha rechazado algunas de ellas en las negociaciones mantenidas entre enero y marzo pasados. No obstante, en Brasilia creen que Lugo necesita fondos urgentes para recuperar su popularidad y que probablemente se haya dado cuenta de que ya no puede sostener su mandato sobre discursos ideológicos, sino que necesita mostrar resultados. Y rápido. Ésta es la principal baza de los brasileños para limar asperezas con Paraguay tras meses de roces por la renegociación del acuerdo de Itaipú y de las tarifas que Brasil paga por el excedente de electricidad que recibe de su socio en la presa.
En plena crisis, Brasilia no quiere renegociar los precios con Paraguay. También rechaza la pretensión paraguaya de reformar la cláusula del acuerdo de Itaipú que le obliga a vender su excedente de energía en exclusiva a Brasil. Asunción sostiene que podría suministrar electricidad a Argentina o Chile a precio de mercado -a pesar de que no hay aún redes de interconexión con estos países-, y ganar más dinero. Brasilia se cierra en banda: una concesión en este sentido tendría un coste político muy alto para el Gobierno de Lula a poco más de un año de las elecciones.
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