Asaja no firmará un convenio "que arruine a sus asociados"

La brecha no se cierra en el campo cordobés. Sólo seis días después de que UGT, CC OO y la patronal agraria Coag, lograran desbloquear la huelga general de la agricultura y la ganadería, y sentarse a negociar un nuevo convenio colectivo, la otra pata de los empresarios; Asaja, ha echado por tierra los términos en los que se discute el nuevo documento marco.

El presidente de esta asociación en Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, afirmó que el convenio del campo que están negociando "arruinaría a los más de 7.000 empresarios agrícolas de Córdoba que están afiliados a su patronal. Y eso no lo voy a permitir". Fernández de Mesa rechazó que el acuerdo entre los dos sindicatos y la patronal tenga validez alguna. Y para ello, se basó en el estatuto de los trabajadores de 1980, que establece que este tipo de acuerdos deben contar con el voto de la mayoría de cada una de las representaciones, sindical y patronal. En el caso de los empresarios, Coag y Asaja están a la par, con un 50% de presencia cada una. "Para obtener la aprobación nos tendrían que arrancar un dedo ", dijo gráficamente el presidente de Asaja.

Por ello, Fernández de Mesa señaló que las tablas salariales que finalmente se aprueben sólo tendrán vigencia para los agricultores adscritos a Coag.

El presidente de la patronal volvió a esgrimir la difícil situación económica que se vive en general para negarse a aceptar la subida de sueldos. "Tienen derecho a pedir una subida, pero teniendo en cuenta las circunstancias de la agricultura de la provincia, con una caída de renta del 8,5% según el Ministerio de Agricultura y con precios mínimos históricos en los productos agrarios". Por eso, tildó de " desproporcionada" la subida salarial del 5% pactada por los sindicatos y Coag, "ya que es superior a la de cualquiera de los convenios de la provincia, donde los aumentos están entre el 2% y el 3%".

Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresarios de Córdoba, Luis Carreto, reconoció que los convenios de agricultura se rigen por leyes "muy singulares" que permiten excepciones.