Cegasa considera "electoral" la decisión del Gobierno de echar atrás su ERE

El Gobierno vasco ha dicho no al expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por la empresa Cegasa, que planteaba la extinción de 217 contratos de la división de pilas de consumo, 95 de ellos mediante prejubilaciones. En una resolución que se ha adelantado dos días al final del plazo -se agotaba el viernes- el Departamento de Empleo comunicó a la dirección del grupo que preside Juan Celaya y al comité de empresa que ha rechazado el expediente por considerarlo excesivo. Los empleados seguirán trabajando y a la dirección de Cegasa sólo le queda volver a iniciar una negociación con el comité.

La consejería que dirige Joseba Azkarraga, tras reconocer la delicada situación por la que atraviesa la división de pilas de Cegasa, se ofreció para ayudar con sus técnicos a hacer un diagnóstico más atinado de la situación y a buscar acuerdos con la plantilla. En vísperas de las elecciones, la decisión de Empleo frena la reacción sindical que habría tenido la aceptación del ajuste, a costa de enfadar a la patronal y a la empresa, que interpretan que la consejería, más que realizar un análisis exhaustivo de la compañía, se ha plegado a la coyuntura política.

Empleo ve "falta de proporcionalidad" en la extinción de 217 contratos Cegasa

El consejero explicó en un comunicado que la decisión administrativa adoptada es fruto del estudio riguroso de la situación y de las alegaciones de la empresa, las del comité y el informe de la Inspección de Trabajo. Pero justificó el rechazo por una cuestión de "falta de proporcionalidad" entre el estado del grupo y la extinción de 217 contratos. "Las medidas iban encaminadas únicamente al cierre definitivo de la actividad", adujo Azkarraga. Para Empleo, el cierre definitivo de la división de pilas, que en un año ha perdido 22,5 millones de euros, según datos de la empresa, necesita de un periodo más largo de observación, en el que "queden perfectamente distinguidas las razones de la crisis".

El comité de empresa, en el que ELA tiene mayoría, coincide básicamente con esas apreciaciones. Para sus miembros no es sostenible cerrar una división y echar a gente a la calle cuando el resto del grupo marcha razonablemente. Por eso, el comité rechaza que la empresa pueda tomar medidas a partir de ahora contra el resto de los 1.300 empleados, como interpretan fuentes sindicales de las advertencias hechas ayer mismo por el grupo empresarial.

La dirección de Cegasa en Vitoria consideró, nada más conocer la decisión del Ejecutivo, que el rechazo se ha tomado en base a "criterios electorales y no de defensa de la empresa ni de los puestos de trabajo". En tono amenazador, advirtió de que la decisión de Azkarraga "traerá gravísimas consecuencias para todo el grupo".

El resto de los trabajadores de la empresa -en Vitoria trabajan 360 de los 1.300 del grupo- están representados por el comité de Cegasa Internacional y temen que el rechazo del ERE les pueda afectar. En una nota que hizo pública hace tres días, este comité apostó por llegar a un acuerdo en Vitoria que preservara el resto del empleo de la firma.

La dirección de Cegasa va a estudiar en los próximos días la situación creada y las medidas jurídicas y empresariales que se derivan del rechazo del ERE. La firma ha decidido cerrar la línea de pilas porque su fabricación es "inviable" y estudia su producción en otros países con menores costes laborales.