El romántico amor al celuloide de los jóvenes cineastas
Los finalistas en la categoría de dirección novel reivindican su energía
Santiago Zannou es explosivo. No acaba de oír la pregunta y se dispara: "Me saca de quicio eso de la gente grabando con sus móviles en las discotecas. Y lo de YouTube ni te cuento. Se ha trivializado la imagen. Para mí es una responsabilidad. No puedo impregnar celuloide sin verdad. Y no me creo el digital". Al garete el debate sobre Internet, el cine digital, sobre si aún merece la pena hacer un largo para las salas comerciales. Zannou, madrileño de 32 años, ríe: "Ya sabes cómo soy".
Si no tuviera ese empuje, no habría hecho una película llena de puñetazos morales y sociales como es El truco del manco. Enfrente, Irene Cardona (Cáceres, 1973) sonríe y apunta que ella usó alta definición digital -nada de celuloide- para Un novio para Yasmina. Al lado, Nacho Vigalondo (Cabezón de la Sal, Cantabria, 1977), llega cansado tras un duro año de promoción de Los cronocrímenes. Belén Macías, la tarraconense de 38 años responsable de El patio de mi cárcel, se encuentra buscando localizaciones para la serie La señora, y hablará por teléfono: "Yo rodé en celuloide por romanticismo". Son los cuatro finalistas al Goya a la mejor dirección novel con tres filmes sociales -aportan personajes y puntos de vista novedosos- y un thriller, el de Vigalondo. Y los géneros reflejan sus gustos. Cuestionados sobre qué filme de las candidatas al Goya a la mejor película les hubiera gustado dirigir, Macías, Cardona y Zannou escogen Camino, de Javier Fesser, y Vigalondo, Los crímenes de Oxford, de Álex de la Iglesia: "Me fascina su uso del misterio".
Este candidato en su momento al Oscar -con el corto 7:35 de la mañana- entra al trapo de otro debate, la energía de las primeras películas: "Por definición, un filme novel tiene un valor añadido, la transgresión. Yo quiero hacer una carrera de primeros filmes". Zannou incide: "En los últimos años hemos sido los noveles quienes hemos hecho las propuestas de estilo y de género". Y Cardona comenta: "Hay un desfase entre la industria y los jóvenes; algunos cineastas acomodados nos taponan". A Belén Macías también le parece que "esa energía no se respeta luego por la crítica. Éste es un oficio complicado. Debes tener una base asentada". Probablemente de ahí que los cuatro hayan rodado cortometrajes antes del salto.
Volvamos a sus mayores. "A mí me gusta el cine europeo, y me indigna que me digan: '¿Y el español?'. Nuestro cine forma parte de la cultura europea", dice Irene Cardona. Zannou asiente: "Fíjate en la fuerza de los alemanes, muy cercana a la nuestra. Nosotros somos herederos de Calabuch, de El verdugo... Deberíamos cuidar la educación visual [Zannou es profesor de cine]. ¿Tú pones a tus amigos delante de la tele a ver Gran Hermano? Pues eso, veamos desde pequeños a Chaplin, que es Dios". Vigalondo ahonda en el problema: "Muy poca gente sabe leer las imágenes, no hay educación visual".
¿Internet ayuda a llegar a más audiencia? "Me preocupa que vayamos hacia un paisaje de pequeñas salas para filmes de autor y grandes salas y distribución por Internet de las películas de James Cameron. Desaparecería lo de en medio: el género, las películas de presupuesto medio... En definitiva, el cine español", se lamenta Vigalondo. "No hay que luchar contra la web, sino hacerla tuya. Pero las películas deberían producirse pensando en las salas", considera Cardona, a la que apostilla Zannou: "La atención en casa es muy diferente. Perdonas cosas que en el cine, en el que pagas entrada, no. Lo más bonito que puedes conseguir como cineasta es que una pareja vea tu película sin darse ni un beso".
Apuestas: ¿quién ganará? Vigalondo: "A estas alturas, ya no espero mucho". Macías: "No lo sé". Zannou: "Ummm". Cardona: "Al menos sé que tengo un 25% de posibilidades"."Un primer filme, como valor añadido, tiene la transgresión", según Vigalondo
Los precedentes
- La lista de ganadores del Goya a la dirección novel está repleta de nombres que ahora son cineastas consagrados. La estatuilla empezó a otorgarse en la 4ª edicion de los Goya -Ana Díez por Ander eta Yul- y le siguieron nombres como Rosa Vergés, Julio Medem, Agustín Díaz Yanes, Alejandro Amenábar, Fernando León, Benito Zambrano, Juan Carlos Fresnadillo, Ángeles González-Sinde -actual presidenta de la Academia-... y así hasta los dos últimos: Daniel Sánchez Arévalo y Juan Antonio Bayona. Todos han rodado al menos una segunda película (Sánchez Arévalo está rematando Gordos y Bayona está en la preproducción de Hater).
- Sólo tres cineastas han ganado el Goya al mejor cortometraje y luego la estatuilla de mejor dirección novel: Juanma Bajo Ulloa, Santiago Segura y Achero Mañas.
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