Bush asegura que colaborará con los demócratas contra la crisis
"La situación es difícil, pero saldremos de ella", afirma
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, defendió ayer el rescate gubernamental de Citigroup y la inyección de 20.000 millones de dólares (unos 15.000 millones de euros) a la entidad financiera, dijo que se ayudaría a otras compañías en apuros si fuera necesario y aseguró que, por el momento y hasta el final de su mandato, la cooperación entre el equipo económico de Barack Obama y el suyo era total.
George Bush lanzaba así dos mensajes a los mercados y a los contribuyentes: que hasta el 20 de enero él seguirá al frente de la nave y que no hay luchas internas entre la Administración saliente y el equipo de transición de Obama, sino un apoyo mutuo. Al igual que hizo horas después el presidente electo, Bush quiso dar ayer una imagen de tranquilidad y estabilidad frente a la crisis.
El presidente quiere dejar claro que él dirige la nave hasta el 20 de enero
El presidente aseguró que el rescate de Citigroup había sido necesario. Bush explicó que decidió aprobar la medida mientras volaba el domingo de vuelta a Washington desde Perú, adonde había viajado para asistir al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, y dijo que había hablado de la misma esa mañana con Obama.
Bush ha defendido de forma repetida la conveniencia de acudir al rescate de las entidades financieras en riesgo de quiebra, argumentando que se trata de una medida necesaria para evitar que la crisis económica alcance una dimensión mayor que la Gran Depresión.
Ayer, insistió en que seguirá actuando para tranquilizar a los estadounidenses preocupados por sus trabajos y ahorros. "Salvaremos el sistema financiero como el primer paso necesario para la recuperación de la economía", dijo Bush. "Ésta es una situación difícil, pero saldremos de ella".
La economía está centrando, casi de forma absoluta, la actividad tanto del mandatario entrante como del saliente. Mientras Obama anunciaba en Chicago la composición de parte de su equipo económico, el presidente Bush se reunía tras su comparecencia pública en el Departamento del Tesoro con un equipo que trabaja intensamente en crear un marco de cooperación económica con China. En su reciente viaje a Perú, Bush aprovechó para hablar de la crisis económica global con el presidente Hu Jintao.
El gigante asiático, el mayor inversor extranjero en Estados Unidos desde el pasado septiembre, es uno de los agentes fundamentales para la recuperación económica norteamericana. Hay analistas que hablan incluso de que el próximo embajador estadounidense en China que nombre Obama será una figura de tanta o más importancia para el futuro del país que los cargos ministeriales sobre los que se está debatiendo en estos momentos.
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