Zapatero cree "razonable" llegar al 4,2% de déficit

Pese a la resistencia del vicepresidente económico, Pedro Solbes, y los avisos del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, José Luis Rodríguez Zapatero cree que aún hay margen para un "esfuerzo suplementario de inversión pública" con el objetivo de crear empleo, aunque ello suponga aumentar el déficit público.

¿Cuál es ese margen? El presidente del Gobierno no lo concretó ayer, pero dejó claro que el 3% de déficit previsto en el Pacto de Estabilidad (que podría alcanzarse este mismo año, según ha reconocido Solbes) no es un corsé. El propio pacto prevé, alegó Zapatero, que el límite pueda superarse en circunstancias excepcionales y, a su juicio, las actuales encajan a la perfección en dicha excepcionalidad.

Cabe, por tanto, subrayó, un "margen de flexibilidad, dentro de lo razonable". Es decir, que el déficit "no vaya mucho más allá del 3%", aunque no quiso precisar si se llegará "al 3,5%, al 4% o al 4,2%", ya que ello dependerá de la evolución de la economía, sujeta a factores imprevisibles, como el precio del crudo.

"Tener uno o dos años de déficit público no plantearía problemas para el futuro, dado que tenemos buenas condiciones de partida", insistió el presidente. Recordó que la deuda española representa entre el 36% y el 37% del PIB, 20 puntos menos que la media europea, por lo que el Gobierno tiene margen para "jugar con el déficit".

Sin entrar en detalles, pues está previsto que comparezca en el Congreso el próximo jueves 27, un día después de que presente sus propuestas la Comisión Europea, explicó que la idea es que la suma de los planes nacionales, más los que instrumenten las instituciones europeas, representen entre el 1% y el 2% del PIB continental.

Zapatero aseguró que España tiene capacidad para movilizar ese porcentaje -que supone entre 10.500 y 21.000 millones de euros-, aunque matizó que ahí ya estarían incluidos los recortes de impuestos acordados: un "alivio fiscal" de 1.500 millones de euros en 2008; la supresión del impuesto de patrimonio, que supone 1.800 millones; "y alguna medida más".

Aunque las previsiones económicas contenidas en los Presupuestos han quedado obsoletas, Zapatero enfatizó que "sigue intacto" el compromiso de gasto social e inversión. "El Gobierno no se resigna ante un escenario de recesión, podemos cambiar las previsiones", declaró con vehemencia.