El arte y el hambre
Creo que el Ministerio de Exteriores nos debe una disculpa a todos los ciudadanos por haberse gastado medio millón de euros en las pinturas de Barceló en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra. Apoyar a los organismos internacionales para reducir la pobreza no es eso, señor Moratinos. Como profesional de la cooperación al desarrollo y como ciudadana, me siento indignada de conocer esta noticia, además el mismo día que el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) ha anunciado la eliminación del reparto de cuatro millones de raciones alimenticias diarias en el devastado Zimbabue, por la falta de apoyo de los donantes tras las constantes peticiones de fondos realizadas.
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