El Vaticano considera un "asesinato" dejar de alimentar a Eluana
Después de 11 años, la batalla legal emprendida por los padres de Eluana Englaro, que lleva 16 años en coma vegetativo, parece aproximarse al final. El Tribunal Supremo anunció ayer que decidirá "en el más breve tiempo posible", probablemente hoy mismo, si acepta el recurso de la fiscalía de Milán contra el decreto de la Corte de Apelación, que dio vía libre a la interrupción del tratamiento que mantiene viva a Englaro. Ayer, Domenico Iannelli, fiscal general del Tribunal Supremo, afirmó que el recurso de su colega milanés es "inadmisible", ya que la fiscalía "no está legitimada para emprender acciones" que hagan referencia "a una tutela individual y subjetiva".
El Vaticano reaccionó de forma fulminante, y a través del cardenal Javier Lozano Barragán, presidente del Pontificio Consejo para la Salud, advirtió de que suspender la hidratación y la alimentación de un paciente en coma irreversible es "una monstruosidad inhumana y un asesinato". Englaro está en esa situación por un accidente que le provocó daños cerebrales irreversibles.
La posición del Vaticano es clara: no al encarnizamiento terapéutico, pero la hidratación y la alimentación no forman parte de esta categoría. "Hay quien dice que además de la alimentación se están suministrando medicamentos para mantenerla con vida; entonces que quiten los fármacos", dijo Barragán.
"Es hora de que, después de 16 años, se deje morir a Eluana como ha pedido su padre", replicaron los abogados de Englaro. La letrada Franca Alessio se congratula de que el fiscal general considere improcedente la intromisión de la fiscalía milanesa. "La batalla jurídica termina ahora", dijo, "y a partir de ahí tendremos que luchar para conseguir llevar a Eluana a un hospital que acepte suspender el tratamiento".
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