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Vecinos de Rentería se rebelan ante Olano por cerrar "en falso" el vertedero

San Marcos funcionará sin vertidos hasta inaugurar la incineradora en 2012

Mikel Ormazabal

Los políticos fueron ayer al vertedero de San Marcos para hacerse una foto, todos juntos, empujando la verja de entrada al recinto. Con este gesto, querían teatralizar el cierre del mayor basurero de Guipúzcoa, donde ya no se volverá a depositar más basura. Allí estuvieron casi todos los partidos -PNV, PSE-EE, EA, EB y ANV- en nombre de seis instituciones: la Diputación, los ayuntamientos de Rentería, San Sebastián, Pasaia y Astigarraga y la Mancomunidad de San Marcos. A la cita, que habían considerado "histórica", fueron invitados los representantes de los vecinos de Rentería, en desagravio por aguantar durante casi cuatro décadas las molestias y malos olores que genera la instalación.

Desde ayer envía 130.000 toneladas de basura a otros cuatro vertederos

Lo que se había programado como una gran foto de familia se vino abajo cuando, antes de comenzar el acto, los vecinos se negaron a "participar en una farsa". "Lo que vais a hacer es una mentira total. A San Marcos van a seguir viniendo camiones cargados de basura y el metano [que desprende] lo vamos a tener que aguantar de por vida", le espetó María Algora, de la plataforma San Marcos, al diputado general, Markel Olano.

Tres vecinos de la zona, que hablaban en nombre de los afectados por la actividad del vertedero, transmitieron sus quejas a Olano, a quien reprendieron por no clausurar definitivamente el basurero. "El cierre llegará cuando a San Marcos deje de venir el último camión de basura y sea una zona libre de contaminación", le dijo Ana Mari Ortega, presidenta de la plataforma ciudadana. Los vecinos también le recordaron a Olano que dos hijos de Ortega, de 32 y 36 años de edad, se enfrentan a penas de seis y 18 meses de prisión por participar hace un año en "una concentración pacífica" que la Ertzaintza disolvió "por la fuerza", según sostuvo el padre de los acusados.

El mandatario guipuzcoano tuvo que admitir que la actividad en San Marcos "no ha terminado", pero les recordó que se ha dado "un paso más", porque ya no se verterán más residuos.

Tras el plante de los vecinos, que acabaron negándose a salir en la foto, los políticos cumplieron con el programa previsto: posaron ante las cámaras cerrando la cancela metálica y, acto seguido, se dieron a los discursos, siete en total.

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A San Marcos, donde se han estado almacenando unas 400 toneladas de residuos a diario de la comarca de San Sebastián, seguirán accediendo los camiones que acuden a la estación de transferencia para comprimir la basura que después se traslada en tráileres a los vertederos de Lapatx (Azpeitia), Sasieta (Beasain), Urteta (Zarautz) y el vizcaíno de Igorre. Ricardo Ortega, presidente de la mancomunidad, informó de que entre semana parten hacia esos destinos 24 de estos camiones con 20 toneladas de desechos cada uno.

Así ocurrirá hasta el año 2012, fecha en la que se prevé el cierre de todos los vertederos del territorio y la puesta en funcionamiento de la incineradora proyectada en Zubieta (San Sebastián). Guipúzcoa quiere que el 57% de las basuras (450.000 toneladas al año) se destinen al reciclaje y el compostaje. Hoy es el 40%. El resto se eliminará en la planta de combustión.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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