Los sindicatos protestan contra la directiva laboral de la UE
Elorrieta prevé una dura negociación colectiva en 2009
Las tres centrales vascas que forman parte de la Confederación Sindical Internacional, (CSI), es decir ELA, CCOO, y UGT, se concentraron ayer, aunque la central nacionalista lo hizo en un acto separado, para reclamar un "trabajo decente" y en protesta por la directiva europea que podría aumentar la jornada laboral semanal hasta las 65 horas.
UGT y CCOO se concentraron en las tres capitales. La principal cita fue la de Bilbao, donde reunieron a unos 300 delegados sindicales en las escalinatas de la plaza del BBVA. El secretario general de CCOO en la comunidad autónoma, Josu Onaindi, apostó por una Europa social donde los derechos de los trabajadores, "que tanta sangre han costado, no sean cercenados por una derecha que trata de romper con esos derechos", dijo rodeado de banderas rojas de ambas formaciones.
La UE aprobó en junio ampliar por encima de las 48 horas la semana laboral, un derecho social consagrado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hace 91 años. Los ministros de Trabajo de Los 27 dieron luz verde a una propuesta que permitirá a cada Estado miembro modificar su legislación para subir de las 48 semanales hasta 60 en casos generales, y a 65 para ciertos colectivos, como los médicos. Las protestas se celebraron de manera simultánea en más de 150 países.
El secretario general de UGT en Euskadi, Dámaso Casado, abogó por la unidad de las centrales para conseguir "una estabilidad en el empleo, un trabajo digno, un trabajo de calidad y un trabajo en el que no seamos explotados. Hacerlo juntos como hoy es un tema clave", resaltó.
ELA reunió a sus delegados en el Teatro Arriaga, que después marcharon en manifestación hasta la sede de la patronal Confebask, en la Gran Vía de Bilbao.
El secretario general de la central mayoritaria, José Elorrieta, vinculó la reivindicación de un trabajo decente con la negociación colectiva para el próximo año, en un momento de crisis económica y previó una negociación "dura". Elorrieta calificó de "cínicos y sinvergüenzas" a quienes en esta coyuntura de "crisis de exceso de beneficios" dicen que "toca ajustar los costes. De apretarse el cinturón nada; todavía hay margen de reivindicación", resaltó.
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