Barcelona aspira a ser la sede de la Unión mediterránea
La capital catalana presenta su candidatura ante 41 países
Barcelona congregó ayer a representantes diplomáticos de 41 países -28 de ellos embajadores acreditados en España- en el acto de presentación de la capital catalana como candidata a albergar la secretaría permanente de la Unión por el Mediterráneo (UPM), heredera del Proceso de Barcelona. El Gobierno español, según expresó el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se muestra esperanzado en que la elección de Barcelona será por consenso de todos los cancilleres del arco euromediterráneo, que se reunirán los próximos 3 y 4 de noviembre en la ciudad francesa de Marsella.
"El eco general es que hemos obtenido bastantes apoyos y hay una actitud positiva general en favor de España. Estamos en buena posición", manifestó el jefe de la diplomacia española en el acto de presentación de la candidatura que tuvo lugar en el Palacio de Pedralbes, edificio que las instituciones catalanas han ofrecido como eventual sede de la secretaría de la UPM.
Tanto Moratinos, el presidente de la Generalitat, José Montilla, como el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, loaron la "histórica vocación" mediterránea de la ciudad, destacaron sus excelentes comunicaciones aeroportuarias y recordaron que la Unión por el Mediterráneo tuvo su germen en la cumbre de 1995, donde se firmó el Proceso de Barcelona. Los tres dirigentes políticos también subrayaron la "unidad e implicación de toda la sociedad civil catalana" para defender las aspiraciones de la ciudad, que se evidenció con la nutrida presencia de políticos y empresarios ayer en el Palacio de Pedralbes.
Desde que el 13 de julio, en la cumbre Euromediterránea de París, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció oficialmente la candidatura de Barcelona, la diplomacia española ha desplegado una frenética actividad para lograr este objetivo. De momento, la capital catalana sólo compite con Malta, que ya ha oficializado su pretensión de obtener la secretaría de la UPM.
El mayor temor del Gobierno español radica en que algún país del Magreb -Túnez o Marruecos- anuncie su candidatura, lo que podía desestabilizar los apoyos con que cuenta Barcelona. Sin embargo, Moratinos restó ayer importancia a esta posibilidad: "Incluso si hay una candidatura tunecina o marroquí, la diplomacia española intentará que emerja un consenso en favor de la candidatura de Barcelona". "Tenemos", añadió el ministro, "una seriedad, entreno, profesionalidad y compromiso político superior a las restantes candidaturas".
Montilla, en su discurso, sostuvo que Barcelona ofrece "las mejores garantías por su situación geográfica , su red de infraestructuras de transporte y sus atractivos culturales". Hereu definió la ciudad como el "lugar idóneo por su solidez, eficacia y solvencia".
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