Cientos de personas (según la policía) o 5.000 (según los organizadores), se manifestaron ayer en Madrid, para lanzar un mensaje en defensa de las migraciones y contra las barreras que impiden la libre circulación de las personas. La marcha, convocada por el Foro Social Mundial de las Migraciones, tuvo un ambiente lúdico acorde con el día soleado que vivió la capital.
Libros recién forrados, cuadernos por estrenar, uniforme impoluto, zapatos relucientes... Las hermanas Beatriz y Alicia, de 11 y 7 años, vuelven hoy a clase. Beatriz empieza 6º de primaria. Alicia, 2º. Y a sus padres, José Cuéllar y Araceli González, les ha tocado hacer malabares para que la vuelta al cole no deje un agujero demasiado grande en la economía familiar.
Elvira Arellano mira a un lado y otro. Está nerviosa. "¿Dónde quedó mi familia? No les veo". Junto a ella, más de doscientas personas esperan pacientemente bajo el sol mientras media docena de fotógrafos y cámaras toman imágenes. Y ella que no para de buscar con la mirada.
El día después de la Noche en Blanco
Lo peor de una fiesta siempre es recoger. Cuando la fiesta dura 10 horas, tiene cientos de miles de invitados y ocupa media ciudad, la cosa se complica. Por ello la recogida de la Noche en Blanco arrancó una hora antes de su inauguración (a las 20.00 del sábado) y acabó hacia las nueve de la mañana; es decir que duró cuatro horas más que la propia fiesta.
P. G. | Madrid
La pasarela de Eugenio Ampudia en la Puerta de Alcalá tendrá un nuevo uso
FERNANDO ÍÑIGUEZ | Madrid