Una mujer mata a su marido
La agresora contó a la policía que él bebía y le daba palizas
Rogelio y Verónica discutían continuamente. Desde hacía años. Desde mucho antes de que llegaran a España en 2004 procedentes de Bolivia. En la madrugada de ayer, Verónica apuñaló a su marido en el pecho tras la enésima trifulca. Según le contó más tarde a la policía, sólo intentaba defenderse del hombre mientras éste le pegaba. Rogelio Toribio Nicolás, de 35 años, murió a primera hora de la mañana en el hospital Gregorio Marañón. La policía detuvo en la vivienda que habitaban a Verónica Gómez Velázquez, de 30 años. Tenía magulladuras en la cara.
Eran casi las cuatro cuando Verónica oyó a su marido, Rogelio, entrar en casa. Llegaba junto a Feliciano, cuñado de ambos. Habían estado bebiendo alcohol. "Yo estaba bastante mareado y me senté en una silla. Me quedé dormido muy rápido", reconocía ayer el propio Feliciano escondido tras la visera de una gorra. Los gritos de las tres hijas del matrimonio, de 5, 9 y 13 años, le despertaron bruscamente. Ellas lo habían visto todo: la discusión, la pelea y la puñalada.
Rogelio aún tuvo tiempo de salir a la calle, aunque cayó apenas unos metros más allá de la puerta del número 35 de Enrique Velasco (Puente de Vallecas), en la que vivía junto a su mujer, sus hijas y otros dos compatriotas a los que había realquilado en el piso. Un coche patrulla que circulaba por la zona lo vio caer al suelo y alertó al Samur. El herido ingresó en el hospital Gregorio Marañón con pronóstico reservado, pero murió dos horas más tarde sobre la mesa del quirófano en el que le operaban de la puñalada que recibió en la parte izquierda del pecho.
La policía detuvo en la propia vivienda a Verónica. Tenía magulladuras en la cara. En la calle encontraron el cuchillo con el que presuntamente cometió la agresión. La detenida les contó a los agentes que su marido "bebía mucho" y que le pegaba desde hace años, sobre todo los fines de semana, cuando el alcohol estaba más presente. Los dos estaban en situación irregular y estaban casados desde hacía 15 años. Él era albañil y ella trabaja en una cafetería.
Los familiares de Rogelio y Verónica coincidieron ayer en que las discusiones eran muy habituales en la pareja. Sin embargo, la familia de cada uno de ellos dio una versión muy distinta del origen de esas peleas. A las puertas del Instituto Anatómico Forense -donde hoy se le practicará la autopsia a Rogelio-, Lourdes, una de las seis hermanas del fallecido, acusó a Verónica de agredir en varias ocasiones a su hermano. "Le pedimos que la denunciara, pero no quería y, aunque nosotros fuimos a la policía, nuestra denuncia no valía, tenía que ser él", explicó ayer.
Gustavo, hermano de Verónica, tenía una versión bien distinta: "Él era muy agresivo y más aún cuando bebía. Cuando cobraba solía marcharse y estar varios días fuera de casa, hasta que se gastaba todo el dinero, entonces volvía", recordaba ayer. Entre ellos no había denuncias.
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