Ibarretxe respalda públicamente a las constructoras de la 'Y' amenazadas
Fomento recalca que se hará "el esfuerzo de seguridad que sea necesario"
Las excavadoras y los camiones dejaron de trabajar en la mañana de ayer en las obras del AVE vasco que se realizan en Ordizia -el único tramo en marcha en Guipúzcoa- para recibir al lehendakari, Juan José Ibarretxe. Era su primera visita a los trabajos de la Y ferroviaria, la mayor infraestructura jamás abordada en Euskadi, desde que arrancasen las obras en Álava en octubre de 2006.
En Guipúzcoa, donde los trabajos son competencia del tripartito, se iniciaron el pasado mes de abril.
El 'lehendakari' dice, sin citar a ETA, que es ilegítino "poner bombas" al proyecto
Estrictas medidas de seguridad en la primera visita de Ibarretxe a las obras
Después de que ETA haya explicitado, en su comunicado del pasado día 16, sus amenazas al proyecto y las empresas que lo realizan, Ibarretxe, encabezando una amplia representación institucional, acudió a pie de obra para trasladar "en nombre de la sociedad vasca" el respaldo público a las constructoras y sus operarios. "Gracias a los responsables técnicos de la obra y a las empresas, porque estáis ayudando a construir el futuro", dijo al inicio de su discurso, que cerró deseando "buena suerte a los que comiencen las obras".
Es la primera ocasión en que Ibarretxe ofrece un apoyo público tan explícito a las compañías adjudicatarias del proyecto, que han sufrido en conjunto en los últimos 21 meses más de una treintena de ataques y sabotajes y tres atentados. La comisión de estas tres acciones entre mayo y julio -en Hernani, Zarautz y Orio contra las empresas Construcciones Amenabar, Acciona y Fonorte- fue asumida por la banda en dicho comunicado, en el que además atacaba con dureza tanto al proyecto como al PNV por apoyarlo. Ni el tripartito ni el PNV han llegado a comentar públicamente ese comunicado que dejaba en evidencia las resistencias del Ejecutivo a relacionar directamente los atentados contra esas empresas con las obras del AVE vasco con la excusa de "no dar publicidad" a los terroristas.
Ibarretxe evitó ayer citar expresamente a la organización terrorista y, como hizo hace dos meses en Tolosa en la inauguración de una exposición sobre la Y, se limitó a recordar que "las voces críticas son legítimas, pero lo que no es legítimo es poner bombas". Su intervención de ayer fue casi un calco de aquélla: "El progreso es coger el tren, no ponerle bombas", reiteró.
El lehendakari no se cruzó durante su visita con ningún trabajador. Toda la maquinaria se encontraba inactiva y la Ertzaintza desplegó varios controles de acceso y rastreó en motocicleta los montes de la zona. Mientras, guardas de seguridad vigilaban con prismáticos el entorno boscoso. Un reflejo de las severas medidas de protección que rodean las obras.
La amenaza etarra hacía necesario un gesto de amparo institucional como el de ayer, declaró a EL PAÍS la directora general de Relaciones Institucionales de Fomento, Teresa Rodríguez Barahona, quien asistió a la visita en representación del ministerio. "Como hizo la ministra [Magdalena Álvarez] en su visita a las obras en Álava [en diciembre pasado], era obligado visualizar también el apoyo del lehendakari al proyecto", añadió. Para realzar aún más el gesto de respaldo oficial a las empresas adjudicatarias, a la cita también acudieron, entre otros, el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano; la consejera de Transportes, Nuria López de Guereñu; el alcalde de Ordizia, José Miguel Santamaría, y el presidente de Eudel y alcalde de Tolosa, Jokin Bildarratz, todos ellos del PNV.
Desde la distancia, los dos principales partidos de la oposición, el PSE y el PP valoraron la visita de Ibarretxe a las obras, aunque lamentaron su tardanza en aceptar públicamente que la amenaza terrorista planea sobre el proyecto.
"Por si alguien tenía alguna duda, ahora todos sabemos que ETA está atacando de forma directa contra las obras", subrayó Rodríguez Barahona, quien advirtió a los radicales de que "el proyecto va a seguir adelante con una estrecha colaboración entre los gobiernos central y vasco. Es imposible que la presión de los violentos consiga retrasar o paralizar las obras". Y recalcó: "Vamos a hacer el esfuerzo de seguridad que sea necesario".
La portavoz del tripartito, Miren Azkarate, quien tras el primer atentado etarra (el 12 de mayo en Hernani contra Construcciones Amenabar) se resistió en diversas ocasiones a vincularlo con la Y, aseguró ayer en Euskadi Irratia que el proyecto "saldrá adelante pese a ETA", porque la sociedad vasca "está acostumbrada a hacer frente a esa amenaza [de ETA] y a sacar adelante proyectos. En esta ocasión así será de nuevo".
Ibarretxe recordó que el AVE unirá las tres capitales vascas "en menos de media hora" y permitirá conectar Euskadi con París, Londres o Berlín. "Las capitales vascas seremos parada del metro europeo", resumió.
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