La corrupción de Bulgaria lleva a la UE a frenar su ayuda
La corrupción de la Administración búlgara ha alcanzado cotas tan extremas, que la Comisión Europea se plantea la medida sin precedentes de suspender ayudas financieras que podrían llegar a los mil millones de euros al país más pobre de la Unión. "La situación es grave", dice el borrador de un informe sobre Bulgaria que será sometido mañana a la aprobación del Ejecutivo comunitario. "Bulgaria tiene que comprometerse a limpiar su Administración y garantizar que el generoso apoyo que recibe de la UE alcanza a sus ciudadanos y no es malversado por funcionarios que operan junto a la delincuencia organizada".
El país balcánico tiene presupuestadas ayudas por valor de casi 7.000 millones de euros, sólo de fondos estructurales, para el periodo 2007-2013, pero todavía está recibiendo fondos con cargos a programas preparatorios para la adhesión, que se hizo efectiva en enero de 2007, que son sobre los que ahora se cierne la amenaza del corte. Al igual que Rumania, que entró en la misma fecha, Bulgaria fue advertida de que debía hacer notables esfuerzos en la lucha contra la corrupción, nacida de un sistema judicial podrido e ineficaz en connivencia con una clase política venal, a las que ahora se iban a inyectar ingentes cantidades de euros.
Fondos sin control
El cóctel ha resultado explosivo y el informe sobre la gestión de los fondos enviados por Bruselas es demoledor. "Bulgaria no es capaz de obtener los plenos beneficios de esta asistencia por la crítica debilidad de su capacidad administrativa y judicial, sea a nivel local, regional o central", se lee en un pasaje. "La corrupción a alto nivel y la delincuencia organizada agudizan esos problemas".
El documento identifica varios casos de corrupción, con fondos entregados sin control ni transparencia, incluidas sociedades relacionadas con los responsables de las concesiones. Investigaciones llevadas a acabo por la OLAF, la oficina antifraude de la UE, se han estrellado con la realidad de Sofía. "Las autoridades judiciales búlgaras tienen tendencia a fragmentar los casos en unidades más pequeñas que impiden una investigación efectiva y una sentencia judicial", dice el informe, que lamenta que "la OLAF se haya enfrentado a diversos casos de violación de la confidencialidad. Existen fuertes sospechas de la implicación de la delincuencia organizada".
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