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El desafío iraní

Irán prueba un misil capaz de atacar Israel y bases de EE UU

Los Guardianes de la Revolución: "Nuestra mano siempre estará en el gatillo" - Teherán exhibe su poder frente a las amenazas

Ángeles Espinosa

Irán anunció ayer la prueba con éxito de un misil Shahab-3 modificado con un alcance de 2.000 kilómetros, capaz de alcanzar Israel y las bases estadounidenses en el golfo Pérsico. Es sin duda una señal de que el país está preparado para responder en caso de un bombardeo contra sus instalaciones nucleares, pero también un signo de que a sus dirigentes empieza a preocuparles un posible ataque israelí. A pesar de que el presidente, Mahmud Ahmadineyad, ha desestimado el riesgo de guerra, no pasa día sin que un responsable militar advierta contra las consecuencias de una agresión a la República Islámica.

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Irán anunció ayer la prueba con éxito de un misil Shahab-3 modificado con un alcance de 2.000 kilómetros, capaz de alcanzar Israel y las bases estadounidenses en el golfo Pérsico. Es sin duda una señal de que el país está preparado para responder en caso de un bombardeo contra sus instalaciones nucleares, pero también un signo de que a sus dirigentes empieza a preocuparles un posible ataque israelí. A pesar de que el presidente, Mahmud Ahmadineyad, ha desestimado el riesgo de guerra, no pasa día sin que un responsable militar advierta contra las consecuencias de una agresión a la República Islámica.

Los Guardianes de la Revolución (Pasdarán) dispararon nueve misiles de medio y largo alcance como parte de unas maniobras conjuntas de su Fuerza Aérea y su Armada que se iniciaron el martes, justo cuando EE UU ponía fin a unos ejercicios militares en el golfo Pérsico. La difusión de las imágenes de la prueba en todas las cadenas de televisión transmitía el mensaje, para consumo interno, de que el país está preparado para responder en caso de que se produzca un ataque a sus instalaciones nucleares por su negativa a suspender el enriquecimiento de uranio.

Con los Shahab-3, El Cairo, Atenas, Estambul, Nueva Delhi y toda la península Arábiga están al alcance de Teherán. "Advertimos a los enemigos que intentan amenazarnos con maniobras militares y operaciones psicológicas sin contenido que nuestra mano siempre estará en el gatillo, y nuestros misiles listos para su lanzamiento", declaró el comandante en jefe de la fuerza aérea de los Pasdarán, el general Hosein Salami, tras la prueba. Salami también aseguró que Irán dispone de "miles de misiles listos para ser disparados contra objetivos preestablecidos", sin dar más detalles.

No obstante, el ministro de Defensa, Mostafa Mohamad Najjar, precisó que la capacidad misilística de Irán es sólo defensiva y está "al servicio de la paz, la estabilidad y la seguridad de la región". De lo que no cabe duda es de que el objetivo del ejercicio, en el que también se probaron otros dos tipos de misiles de menor alcance, fue "mostrar la determinación y la capacidad de Irán", tal como informaron los medios estatales.

Tanto EE UU, como Francia, Italia y Alemania criticaron la exhibición de fuerza iraní. La prueba contribuyó también a que el precio del barril de petróleo subiera dos dólares, después de que su respuesta el viernes a la oferta de incentivos del G-6 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania) hubiera revertido la tendencia al alza desde el lunes.

El momento elegido por Irán resulta significativo. En las últimas semanas se ha producido una escalada verbal iraní a raíz de que EE UU filtrara que unas recientes maniobras israelíes sobre el Mediterráneo eran en realidad un ensayo de ataque a Irán.

A pesar del acento que el Gobierno iraní puso en la difusión de la prueba de ayer, diversos observadores coincidían en señalar que su programa de misiles todavía necesita ganar en precisión y sistemas de guiado adecuados para las distancias largas.

Israel, que es la única potencia nuclear de Oriente Próximo, está empeñada en impedir que Irán adquiera la bomba. Aunque sus dirigentes han desmentido que estén preparando una operación, algunos analistas calculan que si Teherán rechaza la última oferta de Occidente para que suspenda el enriquecimiento de uranio, Tel Aviv podría aprovechar el relativo vacío de poder entre las elecciones estadounidenses de noviembre y la toma de posesión del nuevo inquilino de la Casa Blanca para actuar por su cuenta.

El verdadero riesgo no procede tanto de los misiles en sí como de la posibilidad de que en un futuro Irán sea capaz de nuclearizarlos. De ahí que en la lista de sanciones que la ONU ha aprobado en los dos últimos años se incluyan no sólo las personas y empresas iraníes relacionadas con el programa atómico, sino también las vinculadas al de misiles.

Cuatro misiles de largo y medio alcance despegan en la prueba realizada ayer en el desierto iraní.
Cuatro misiles de largo y medio alcance despegan en la prueba realizada ayer en el desierto iraní.AFP

Guerra asimétrica

Pese a sus alardes de poderío bélico y sobre los avances de la industria militar local, la mayor amenaza que plantea Irán es la guerra asimétrica. Su presupuesto de Defensa es muy inferior al de los países árabes del golfo Pérsico, pero además el aislamiento internacional y las sanciones de EE UU tras la revolución islámica le han impedido modernizar su arsenal.

Según el Military Balance que publica el International Institute for Strategic Studies (IISS), en 2005 Irán dedicó a gastos militares 6.200 millones de dólares (3.960 millones de euros), un 3,5% de su producto interior bruto (PIB). La cuestión es hasta qué punto su ejército (550.000 hombres, incluidos 220.000 de reemplazo) es un rival que deba preocupar a EE UU e Israel.

En los últimos meses, numerosos analistas han advertido del riesgo de que responda a una agresión atacando los intereses de EE UU en el golfo Pérsico (bases de Qatar y Bahrein), animando la violencia contra sus tropas en Irak o desestabilizando Afganistán.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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