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Cumbre UE-América Latina

Zapatero y Chávez encauzan la normalización de las relaciones

España trata de apoyar a Colombia sin molestar a Ecuador

Miguel González

José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente venezolano, Hugo Chávez, se encontraron ayer por vez primera desde que, en noviembre pasado, ambos protagonizaran un sonado incidente en la cumbre iberoamericana de Santiago de Chile, cuando el Rey espetó a Chávez el célebre "¿por qué no te callas?", después de que éste interrumpiese continuamente al jefe del Gobierno español con críticas a José María Aznar.

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Zapatero y Chávez tenían previsto reunirse la pasada medianoche, pero ya por la mañana se saludaron brevemente. Fue cuando Chávez entró en el Salón de Ceremonias del Museo de la Nación de Lima, donde se celebraba la sesión de apertura de la V Cumbre América Latina Caribe-Unión Europea. Zapatero ya estaba sentado, junto al presidente boliviano, Evo Morales. El presidente venezolano se acercó a ellos, les estrechó la mano y habló sonriente a Zapatero. Luego, le dio una palmada en el hombro y se dirigió a su asiento, en la fila posterior. Fue un gesto de distensión, después de que en los últimos días Chávez hubiera vuelto a recordar el incidente de Chile, al asegurar que no permitiría que nadie le mandara callar en Lima. Más tarde volvieron a saludarse.

El jueves por la noche, tras entrevistarse con el presidente peruano, Alan García, anfitrión de la cumbre, Zapatero dijo que su objetivo era mantener con Venezuela unas relaciones basadas en "el respeto y la colaboración". Tras recordar que el "respeto se nos debe exigir siempre a los gobernantes", Zapatero criticó implícitamente a Chávez, acostumbrado a arremeter contra los mandatarios de otros países, al subrayar que "se debe respetar siempre a quien representa a otro país, porque estamos respetando al país, no a la persona. Mediante el respeto se recupera y se gana confianza".

Preguntado por las descalificaciones de Chávez hacia la canciller alemana, Ángela Merkel, a la que llegó a comparar con la derecha nazi, aseguró que "es posible que las palabras gruesas puedan ocupar un espacio llamativo" en los medios de comunicación, pero son un episodio "absolutamente anecdótico".

La cita con Chávez no fue la única que mantuvo ayer Zapatero. Por la mañana, se reunió con los mandatarios centroamericanos, salvo los presidentes de El Salvador, Elías Antonio Saca, y de Nicaragua, Daniel Ortega, otro de los protagonistas del incidente de Santiago. Posteriormente, se entrevistó con el presidente mexicano, Felipe Calderón, el de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, la argentina Cristina Fernández de Kirchner, el colombiano Álvaro Uribe, el boliviano Evo Morales, la chilena Michelle Bachelet y el presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo.

Aunque intentando no molestar a Ecuador y Venezuela, Zapatero se decantó a favor de Colombia en el conflicto por el bombardeo de un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano. "Le he trasladado mi apoyo a Uribe", dijo en una tumultuosa conferencia de prensa en la que algunos periodistas locales protestaron por la norma de alternar las preguntas de los medios españoles con los latinoamericanos. "El presidente colombiano", insistió Zapatero, "tiene ante sí una tarea dificilísima". "El único responsable [del conflicto] son las FARC", dijo.

Zapatero reconoció que había abordado con Cristina Fernández el contencioso de Aerolíneas, por el intento de Buenos Aires de que empresarios locales tomen el control de la compañía. "España tiene intereses en Argentina y los va a defender, pero teniendo presente el momento económico y social" de aquel país, dijo Zapatero, quien subrayó que las relaciones con Argentina son "extraordinariamente fluidas y positivas".

José Luis Rodríguez Zapatero y Hugo Chávez se saludan durante la cumbre de Lima.
José Luis Rodríguez Zapatero y Hugo Chávez se saludan durante la cumbre de Lima.AFP

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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