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Steven Spielberg / ASSOCIATED PRESS
Cannes acogerá mañana el estreno mundial de 'Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal', cuarta entrega de la serie protagonizada por Harrison Ford. Un 'artefacto' que ya ha generado más de mil millones de euros en taquilla
A Cannes no le sientan bien los chubasqueros y los paraguas. La lluvia apaga el tono pastel y dorado de esta población costera dejando una sensación de rímel corrido que resulta algo deprimente. Pero a Woody Allen le encantó aterrizar en el aeropuerto de Niza en medio del chaparrón. "Llegué hace una hora y estoy entusiasmado: ¡Llueve! ¡Esto sí que no lo esperaba!".
Harrison Ford comenzó ayer a primera hora de la tarde, junto al resto del equipo la promoción de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal. A 24 horas de su proyección en la ciudad francesa y a cinco días del estreno mundial del filme, la presencia de Ford provocó gritos entre el centenar de personas que observaba las entrevistas que concedía el actor de 65 años.
Tal vez se deba a la casualidad y no a los criterios selectivos, pero hay algunas ediciones de festivales de cine en las que determinados temas se repiten obsesivamente en películas de distintas nacionalidades y estilos. Hubo uno en el que contabilicé como una docena de suicidios consumados o intentados.
"No me interesa la escultura conmemorativa, me gustan las obras vivas, cercanas, que saben hacer amigos; me gusta que la gente las toque y se saque fotos a su lado". Lo afirmó el artista Manolo Valdés, en Barcelona, donde acudió para inaugurar la exposición Esculturas monumentales, que le dedica la Obra Social de La Caixa, en el marco del programa 'Arte en la calle'.
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