Un turista llamado Woody Allen

A Cannes no le sientan bien los chubasqueros y los paraguas. La lluvia apaga el tono pastel y dorado de esta población costera dejando una sensación de rímel corrido que resulta algo deprimente. Pero a Woody Allen le encantó aterrizar en el aeropuerto de Niza en medio del chaparrón. "Llegué hace una hora y estoy entusiasmado: ¡Llueve! ¡Esto sí que no lo esperaba!". El cineasta neoyorquino presenta hoy, en una sesión especial fuera del concurso oficial, Vicky Cristina Barcelona, la película que rodó en España este verano y que ayer calificó como "la más europea" de toda su filmografía. Animado, pese a interrumpir el rodaje en Nueva York de su nuevo filme, el director de Annie Hall habló con la tranquilidad y distancia de los que ya no tienen nada que demostrar.

"Javier y Penélope son increíbles, les sobra carisma", dice Allen

El cineasta mantuvo un breve encuentro con los periodistas españoles acreditados en Cannes. La vorágine informativa obliga a encuentros como el de ayer. Los periodistas iban a la cita sin haber visto el filme, que todavía no se había proyectado. Por desgracia, este tipo de actos antiinformativos son cada vez más frecuentes, pero el personaje manda y, como si se tratara de una tarta que hay que repartir entre todo un colegio, con meter el dedo basta. Allen, inteligente y cínico, resolvió el despropósito con una burla a los periodistas y a sí mismo: "Casi prefiero que no hayan visto la película, las preguntas suelen ser así más interesantes".

Interpretada por Scarlett Johansson, Rebeca Hall, Penélope Cruz y Javier Bardem, Vicky Cristina Barcelona cuenta la historia de dos estadounidenses de vacaciones en Barcelona. "Es una comedia romántica, pasional. La historia de dos jóvenes que van a un lugar exótico... No, no, la historia no es exótica, pero el lugar debía ser exótico para ellos. La podía haber rodado en Venecia o París, pero Barcelona me pareció ese lugar romántico que encajaba en la historia, me gusta su equilibrio entre lo moderno y lo antiguo, cosmopolita y lleno de vida. Quizá para ustedes no es exótico, pero para la audiencia americana les aseguro que sí lo es". Según Allen, la película muestra dos tipos de identidad femenina: "Rebeca Hall encarna a la típica chica burguesa que quiere una familia. Scarlett busca otra cosa, pero no sabe qué. Sabe lo que no quiere, pero no lo que quiere. Busca una vida excitante. Las dos pasan ese verano en Barcelona explorando sus propios límites". "No es que yo prefiera una a otra", añade el director, "aunque creo que la primera está más cerca de una vida feliz que la otra. A todos nos atraen esas mujeres que quieren explorarse sexualmente, aunque pienso que es más fácil convivir con el otro tipo. Las impulsivas son muy seductoras, pero siempre te rompen el corazón".

Entre ambas chicas, Allen sitúa a una pareja de españoles "extremos" interpretados por Bardem y Cruz. Sobre el papel, un culebrón: Bardem seduce a las americanas (a las dos) sin dejar de pensar en su ex mujer, que una vez casi le mata con un cuchillo. Sin embargo, él no logra olvidarla. Un contigo ni sin ti siempre al borde del numerito en esta comedia de enredo: "Necesitaba grandes actores porque estos personajes si no están bien interpretados no funcionan. No sé si son estereotipos españoles, pero si dos chicas americanas van a España lo que les gustaría encontrarse está muy cerca de lo que representan Javier y Penélope. Ellos encarnan el mito del encanto español, les sobra carisma, son increíbles. ¿Quién no desearía conocerlos?".

Allen aseguró ayer que el título Vicky Cristina Barcelona era suyo y que era falso que no quisiera volver a rodar en Barcelona. "No es cierto que sintiera mucha presión durante el rodaje: rodar en Nueva York es mucho más complicado. Es cierto que se acercaba mucha gente, pero siempre que se les mandaba callar lo hacían. Eso es impensable en Nueva York. Barcelona es una ciudad más tranquila y silenciosa. Además, la temperatura fue fabulosa, mucho menos calor que en Manhattan en verano. Encima unos amigos músicos actuaban en Casa Fuster durante las mismas fechas en que yo estaba allí y pude tocar jazz con ellos. Tengo ganas de rodar otra vez en España. He pensado en Madrid, en San Sebastián o incluso en Barcelona otra vez. Su país me gusta; cuando ruedo pienso en lugares donde mi familia pueda estar a gusto y España es uno de esos países".

Según Allen, Barcelona es un personaje más de la película, con su "comida, su playa, sus colores, su arquitectura y sus flores". "No pretendo descubrirles nada nuevo. Soy un urbanita. No me gusta el campo. Así que la ciudad siempre forma parte de la historia". Al cineasta, Vicky Cristina Barcelona le recuerda a las películas europeas que a él le gustaban de los años cincuenta y sesenta. Aunque rodó Match point, Scoop y Cassandra's dream en el Reino Unido, no las considera europeas. "Venga, Inglaterra no es Europa; España, sí"."Javier y Penélope son increíbles, les sobra carisma", dice Allen

Tráiler de Vicky, Cristina, Barcelona, de Woody Allen