Los productores piden una campaña que dé confianza en el aceite de girasol
Las aceiteras temen un desplome como el que motivó la alarma sobre el orujo
Los productores de aceite de girasol creen que la alerta sanitaria decretada por el Ministerio de Sanidad, debido a la presencia de una partida contaminada procedente de Ucrania, provocará que los consumidores tarden tiempo en recuperar la confianza en este tipo de aceite, que supone algo más de un tercio del mercado de todas las grasas vegetales en España.
Por eso, reclaman a las administraciones estatal y autonómica que financien una campaña publicitaria para incentivar el consumo, una medida similar a la que en su día demandaron los productores de aceite de orujo que vieron cómo sus ventas se desplomaron tras a la alarma creada por la presencia de benzopireno en algunas de las distintas marcas que comercializaban el citado producto vegetal.
Andalucía es la principal comunidad productora de aceite de girasol. Aquí están también algunas de las principales aceiteras del sector, y todas figuran en el listado hecho público por el Ministerio de marcas que no presentan riesgo alguno. Son los casos de Grupo Acesur (con marcas como Consum, La Andaluza, Coosol, Guillemsol, El Corte Inglés o Hipercor), Grupo Coreysa (todos los etiquetados con marca El Corte Inglés), Grupo Sovena (que suministra a los Hacendado), La Masía (MasiaSol y Ausan) y Oleo Martos (Mikel Alimentación). "Estamos notando una desconfianza entre los consumidores y un frenazo en las ventas", aseguró ayer Matías López, responsable de Oleo Martos, que el último año comercializó siete millones de litros de aceite de girasol.
"El consumo va a caer en picado, y se va desviar hacia otros aceites", se teme el gaditano Francisco Macías, responsable estatal de cultivos herbáceos de COAG, para quien la alerta sanitaria puede echar por tierra el "apogeo" de este cultivo de verano, con una fuerte demanda de consumo y que ha encontrado otro nicho de mercado en la producción de biodiésel.
La pasada campaña se obtuvieron rendimientos de unos 2.500 kilos por hectárea en secano y de 3.500 en regadío. Se trata, en todo caso, de un mercado con marcadas particularidades y en el que se registra bastante disparidad en función de las comarcas en las que se produzcan, ya que no existe una lonja en la que se cotice y en la que se unifiquen los criterios en lo que respecta a los precios del aceite.
La Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias (Faeca) demandó ayer transparencia al Ministerio de Sanidad a la hora de gestionar la crisis reciente. "No se puede garantizar ningún tipo de seguridad al consumidor si por muchos controles que pasen los productos comunitarios se sigue permitiendo que partidas alimentarias procedentes de terceros países entren exclusivamente sin más criba que el precio, con todo lo que ello supone de competencia desleal, por un lado, y de riesgo por falta de control, de otro", indicaron las cooperativas en un comunicado.
Las estanterías de los supermercados siguen vacías
Martes 29 de abril, 12 del medio día, casi 40 horas después de que el Ministerio de Sanidad levantara, la noche del domingo, la alerta sanitaria: dos de las principales cadenas de alimentación, Carrefour y Mercadona, seguían sin aceite de girasol en sus estanterías en sus centros de Jaén. "Es aún muy pronto, pero las botellas se irán reponiendo de forma progresiva en todos los centros del país", comentó una portavoz de Carrefour, que gestiona más de 150 centros comerciales en España. En otros supermercados de la cadena Más y Más el aceite de girasol sí está al alcance de los consumidores, pero con un escaso éxito: "Nosotros ni siquiera lo retiramos porque todo fue muy rápido, pero ahora los clientes apenas lo compran", indicó una dependiente de un centro de la capital jiennense.
La Federación Andaluza de Consumidores y Amas de Casa (Al-Andalus) justificó este pérdida de confianza hacia el aceite de girasol en la medida "contradictoria" del Ministerio de Sanidad. La asociación indicó en un comunicado que la información suministrada ha sido "escasa y confusa, por lo que ha provocado entre los consumidores un efecto de alarma, más que tranquilizador, como consecuencia de no haberse especificado sin ningún tipo de duda las marcas afectadas y las que estaban libres de riesgo".
Por su parte, el delegado de Agricultura en Jaén, José Castro, admitió ayer que el consumo de aceite de oliva se ha incrementado en los últimos días, aunque desvinculó este hecho de la crisis del aceite de girasol. "No es bueno para nadie", comentó Castro.
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