El mercado inmobiliario se desploma
La venta de pisos desciende un 27% y en algunas comunidades más del 40% - Las hipotecas para viviendas sufren la mayor caída registrada nunca por el INE
El secreto más aireado de los últimos meses fue ayer oficializado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De aterrizaje suave, nada. El mercado inmobiliario se tambalea. Los promotores llevaban tiempo hablando de que en el último semestre de 2007 las ventas habían caído en torno al 40%, pero no manejaban datos oficiales. El INE, que por primera vez se ha hecho cargo de la estadística de transmisiones inmobiliarias, ha arrojado luz sobre un sector en caída libre: las menos de 62.000 compraventas que se cerraron en enero de 2008 suponen un 27% menos que las del mismo periodo del año anterior.
La vivienda usada, con un retroceso del 36%, es la más tocada por la crisis
Pero las desgracias inmobiliarias no acaban ahí. No es sólo que algunas comunidades autónomas, como Baleares o Cataluña hayan sufrido caídas superiores al 42%, es que la otra estadística que ayer hizo pública el INE arroja los peores datos sobre constitución de hipotecas que este organismo ha dado.
Los casi 13.400 millones de euros que los bancos y cajas prestaron en enero para hipotecas sobre viviendas suponen un retroceso del 28% sobre el mismo mes del año anterior. Esta caída es la mayor de la que tiene constancia el INE, que elabora desde 1995 las estadísticas sobre hipotecas.
Si todo el sector inmobiliario está tocado, la herida en la vivienda usada es todavía más profunda. Porque el descenso de la venta de pisos de segunda mano en estos doce meses ha sido del 35,6%, mientras que el retroceso en la vivienda nueva se ha limitado a un respetable 14,6%.
Un total de 19 provincias han visto en el último año cómo la debacle de ventas en la vivienda usada ha sido superior al 40%. Una de las razones es que, así como las promotoras han reaccionado -aunque tímidamente- a la nueva coyuntura, muchos particulares todavía se resisten a rebajar sus pretensiones a la hora de vender un piso.
Y frente al desplome de casi toda España, llama la atención el caso de pequeñas islas que se han salvado de la quema. Como Palencia, donde las operaciones de compraventa -escasísimas, eso sí- han aumentado en un año un 52%.
La pregunta que ahora todo el mundo se hace es si el mercado del ladrillo ha tocado ya fondo o todavía puede bajar más. Un signo aparentemente positivo es que frente a las menos de 44.000 operaciones que se cerraron en diciembre del año pasado, las 61.792 de enero parecen incluso un buen dato.
Pero el problema es que la estadística es nueva y no se puede comparar con las cifras de 2006, por lo que habrá que esperar a los próximos meses para observar la tendencia. "Yo estoy convencido de que no hemos tocado fondo", tercia el ex profesor de la Universidad de Alcalá Julio Rodríguez.
Las hipotecas cada vez más caras debido a la subida del Euríbor, la saturación de un mercado en el que se construían más pisos que en Italia, Alemania y Francia juntas, y los precios inaccesibles para una gran mayoría de la población hicieron que el año pasado todas las señales avisaran de que la época de esplendor para los promotores había llegado a su fin. El primer efecto fue la retirada del mercado de los que compraban el piso como una inversión, y no como un bien de primera necesidad. Esto ocurría el año pasado, en un momento en el que para pagar un piso de 90 metros cuadrados eran necesarios los ingresos íntegros que una familia media tarda en conseguir nueve años.
Ante la duda, los que se lo están pensando prefieren ahora posponer su decisión de compra ante la posibilidad de que los precios vayan a bajar, como ya han anticipado algunos servicios de estudios.
Pero la irrupción de la crisis de liquidez en el segundo semestre del año ha terminado de complicar las cosas. "La restricción del crédito está detrás de los datos tan negativos de los últimos meses. El cambio de actitud de los bancos, que se niegan a conceder créditos a las mismas personas a las que antes se lo darían sin pestañear, es la clave", sostiene Rodríguez.
Mientras en España llueven chuzos de punta, Wall Street se aferra a cualquier excusa para ver el arcoíris en el horizonte, informa Sandro Pozzi. Ayer lo intentó con las ventas de vivienda nueva. A pesar de que cayeron un 1,8% en febrero, este dato es mejor del esperado. Y si se cruza con el 3% de aumento en las ventas de inmuebles usados parece que da lugar al optimismo.
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