"Nunca la Rioja Alavesa ha tenido estas posibilidades"

Fernando Remírez de Ganuza (Elvillar, 1950) reside en Samaniego desde hace unos 15 años, cuando se estableció en esta localidad atraído por la calidad de la uva de los viñedos que se encuentran bajo la Sierra de Cantabria. Considerado uno de los bodegueros más innovadores de la Denominación de Origen Rioja, su última aportación, Trasnocho, ha renovado el concepto de prensa del vino.

Pregunta. La Rioja Alavesa vive un momento de esplendor único. ¿Seguirá en el futuro?

Respuesta. Sin duda. Tenemos lo que muchos han descubierto ahora como vital para un buen vino: el terroir, el terruño. Y no hay vinos de terruño como los de la Rioja Alavesa, con unos aromas y sabores marcados. Hoy, cuando se despersonalizanlos vinos, debemos mantener nuestra personalidad, pues nunca la Rioja Alavesa ha tenido las posibilidades que tiene ahora.

"No tenemos otra elección que el turismo del vino para sacar partido"

P. Esas posibilidades están en gran parte en el enoturismo.

R. Es que no tenemos otra elección. Nuestro patrimonio es bastante limitado, los recursos naturales son los justos, nada extraordinarios. Así que tenemos que sacar partido de nuestro vino, sin olvidar ofertas cercanas como el Museo del Vino de Dinastía Vivanco, en Briones.

P. Usted comenzó agrupando fincas, una labor que ahora se ve necesaria, pero que quizás no se entendió en su tiempo.

R. Cuando aquéllo, no se valoraba todavía el vino de Rioja Alavesa como hoy, y el cultivo de la vid no se estimaba. Durante aquellos años, compré, cambié y agrupé en 2.000 ocasiones. Habré manejado unas 950 hectáreas, repartidas en 3.000 parcelas, para obtener buenos rendimientos con calidad de cultivo.

P. Y resolvió investigar en todo el proceso vitivinícola.

R. Empezamos con la selección de uva en la cepa, luego en la bodega. Más tarde, escogimos sólo los hombros [la parte superior] del racimo para los crianzas, y las puntas, para los de maceración carbónica, los de año. Y ahí seguimos. Eso sí, económicamente, me iba mejor antes de hacerme bodeguero.

P. Después del Trasnocho, un vino con un proceso especial, en el que se evita la prensa, ¿cuál es su siguiente apuesta?

R. Vender más tarde los vinos, que mantengo en la bodega hasta que el cliente los quiera disfrutar.

P. ¿En una denominación de origen tan marcada por la tradición familiar, cómo ha vivido estos años?

R. Gracias a los advenedizos, las bodegas riojanas se han puesto las pilas. Igual que, gracias a Ribera, la Rioja, como denominación de origen, ha empezado a renovarse.

P. Esta mejora se ha vivido también en el resto de España.

R. Sin duda. Hace 30 años, había cuatro vinos buenos en Rioja y otros cuatro en el resto de España. Ahora podemos encontrar 50 excepcionales, 1.000 muy buenos y 2.000 buenos.