UGT y CC OO rompen la huelga de bus y proponen acabar con el paro

UGT y CC OO han dicho basta a la huelga de autobuses. Hoy se reúnen los secretarios generales, Josep Maria Álvarez y Joan Coscubiela, con los delegados de ambos sindicatos. Propondrán a la dirección de Transportes Metropolitanos (TMB) que la semana próxima convoque a la comisión negociadora del convenio, con representación de los cinco sindicatos. La decisión de romper la baraja se tomó ayer, en el cuarto día de una huelga convocada por los sindicatos CGT y Actub -con unos titubeantes UGT, CC OO y SIT- en medio de un creciente clima de tensión y violencia. TMB avanzó que está a favor de abrir la negociación convocando al comité de empresa con la propuesta de mediación de Trabajo: adelantar la negociación del convenio, introducir los dos días de fiesta consecutivos semanales y abordar el resto de las reivindicaciones. Otras fuentes de la dirección de TMB concretaron que eso podría ocurrir la semana próxima, antes del jueves, jornada de paro de acuerdo con las previsiones de los huelguistas. Lo que no harán, aclararon, es acudir a las "extravagantes" convocatorias de CGT y Actub, como a la que ayer les convocaron en el Colegio de Periodistas.

Pintadas en la sede de UGT y amenazas y coacciones a trabajadores

Un centenar de conductores rompieron la huelga y trabajaron

El clima de tensión subió ayer un peldaño más con la agresión al secretario de Cooperación de Comisiones de Cataluña, Jordi Ribó. "Estaba en la puerta del sindicato [la sede de Comisiones está en Via Laietana, por donde transcurría la manifestación de estudiantes y la de los conductores de autobús] y de la cabecera de los trabajadores de autobuses salieron cinco o seis y la emprendieron a golpes conmigo. Me quedé tirado en el suelo sin respiración. Nadie de esa manifestación salió a ayudarme", explicaba Ribó a este periódico horas después en un ambulatorio con el parte de lesiones. "Naturalmente que lo he denunciado", aclaró.

No fue el único incidente del día. A las tres de la tarde, un conductor de la línea 47 que no secundaba la huelga fue abordado en la Via Favència y ante las amenazas dejó de trabajar. Luego denunció los hechos. Los viajeros tuvieron que abandonar el autobús.

Las coacciones e insultos se volvieron a vivir en la cochera de Horta a la salida de los servicios mínimos de la tarde entre los miembros del comité de huelga -CGT y Actub- y representantes de UGT. La sede de ese sindicato en La Rambla también fue blanco de pintadas. Refiriéndose a ese clima de amenazas -en forma de insultos, de llamadas nocturnas a los domicilios, o de toma de fotografías, según UGT-, el secretario de este sindicato, Josep Maria Álvarez, dijo ayer que la "paciencia tiene un límite".

En el cuarto día de huelga -hoy es el último de esta semana y posteriormente habrá paros cada jueves- fueron saboteados otros tres autobuses, con pinchazos en las ruedas y pedradas a las lunas. Ya van 36 desde la noche del domingo, y 22 expedientes disciplinarios a otros tantos trabajadores. Pese a todo, cada vez son más los conductores que abandonan la huelga. Ayer, un centenar. "Al final, lo definitivo es el bolsillo y llevamos 300 euros de descuento de la huelga pasada y este mes serán más de 500. Y hay que pagar hipotecas". Eso es lo que decía ayer un conductor que quiere trabajar.