Raúl: "El partido comunista es el único digno heredero"
El presidente admite la tutela de Fidel en asuntos clave
El primer discurso de Raúl Castro como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros confirmó que el peso de Fidel en Cuba sigue siendo grande, que hasta el último día ejercerá influencia y que durante no poco tiempo en la isla se gobernará a su sombra. "Fidel es Fidel, todos los sabemos. Fidel es insustituible y el pueblo continuará su obra cuando ya no esté físicamente", dijo Raúl, para a continuación someter a votación en el Parlamento una propuesta para consultar a su hermano "las decisiones de especial trascendencia para el futuro de la nación, sobre todo las vinculadas a la defensa, la política exterior y el desarrollo socioeconómico del país". De más está decir que la iniciativa fue aprobada unánimemente por los diputados, y sin escatimar aplausos.
Rendidos los honores correspondientes a su hermano, aclarado que "Comandante en jefe sólo hay uno" y ratificado el socialismo y la continuidad como piedras angulares del proceso, Raúl avanzó algunas ideas de su programa de gobierno, que, dijo, tendrá como prioridad "satisfacer las necesidades básicas de la población", partiendo del "fortalecimiento sostenido de la economía nacional y de su base productiva".
Raúl anunció que este año se hará una remodelación del Gobierno y una reducción de los organismos de la administración central del Estado; el objetivo, hacer "más eficiente la gestión del Gobierno" y evitar el burocratismo. En lo económico, reiteró las promesas de cambios realizadas en los últimos meses, pero ahora como presidente.
Subsidios "irracionales"
Se empezará, en las próximas semanas, por levantar "prohibiciones" que molestan a la ciudadanía, primero "las más sencillas". Se "estudia" también la "reevaluación del peso cubano" y el "fenómeno de la doble moneda en la economía", además de otras medidas para que salario recobre su valor. Asimismo se analizará la eliminación de gratuidades y subsidios, entre ello los de la libreta de racionamiento, a su juicio "irracionales" e "insostenibles" en la actual coyuntura, pues lastran la economía.
Todas las medidas económicas, dijo, se evaluarán pausadamente, para no caer en errores producto de la improvisación. El nuevo presidente consideró, en lo político, que fortalecer el Partido Comunista " "único heredero digno" de Fidel" pasa necesariamente por democratizar su vida interna; también profundizar en la cultura del debate y "perfeccionar" la "institucionalidad" como medio de garantizar "la invulnerabilidad de la revolución". Todo, por supuesto, dentro del socialismo; de transición a la democracia, como quiere Estados Unidos y Europa, nada.
"Cuba nunca ha cedido un ápice ante las presiones ni se ha dejado influir por ellas, ni por las grandes ni por las pequeñas", enfatizó. Discurso duro de Raúl, dirán unos. Reformas lentas, interpretarán los optimistas. Hay que acostumbrarse a que, a partir de ahora, habrá de las dos cosas.
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