Escucha y aprende
Qué miedo tan grande nos da la locura. Es decir, la posibilidad de "volvernos locos", sea lo que sea que eso signifique. Porque debe de ser el miedo a lo que desconocemos de nosotros mismos lo que hace que, cada vez que ocurre un suceso cruento en el que participa alguien aquejado de una dolencia mental, los medios multipliquen por diez la atención que prestan al asunto. Los actos violentos cometidos por personas supuestamente "sanas" son mucho más numerosos, tanto en cifras absolutas como relativas, pero el guirigay que siempre se organiza en torno a los enfermos psíquicos los convierte en chivos expiatorios de nuestros temores. Sin embargo la gran mayoría de esos "chicos raros", como tituló hace poco un periódico nacional, pueden llevar una vida prácticamente normal. Claro que para ello hace falta una atención médica adecuada, centros de apoyo y un entorno propicio que facilite su integración social y laboral. Cosas de las que carecemos en nuestro país, salvo excepciones. Familiares y enfermos se sienten muy solos, y el estigma les envuelve como una manta mojada. ¿Cómo no va a sentirse "raro" aquel a quien todos señalan y repudian? Tal vez en última instancia lo que llamamos locura, y el agudo dolor que la locura conlleva, sea sobre todo esa soledad absoluta que padece el enfermo. La distancia abismal que le separa del mundo, agrandada fatalmente por los prejuicios.
Y lo más irritante es que no tiene por qué ser así. Hace unos meses asistí en Zamora a la entrega de unos premios que otorga anualmente la Fundación INTRAS, un grupo de gente formidable dedicada a la salud mental y la inserción social de los enfermos. Uno de los premios se lo dieron al psiquiatra Cristóbal Colón, que es un señor que tiene un nombre muy sonoro y una historia verdaderamente maravillosa. Todo empezó en 1982, cuando este médico se marchó, junto con catorce enfermos, del psiquiátrico de Gerona. Entonces se le ocurrió montar una cooperativa rural con unas cuantas vaquitas, con la modesta intención de proporcionar a los pacientes un trato con los animales que pudiera resultarles terapéutico. Hoy, 26 años después, la Cooperativa La Fageda da trabajo a un centenar de personas con problemas mentales y se ha convertido en el tercer fabricante de yogures de Cataluña. Hacen 700.000 yogures a la semana y sus productos son muy apreciados por los consumidores, que los adquieren sin saber el logro monumental que se oculta detrás: actividades asistenciales, club social de apoyo a los pacientes jubilados e incluso tres hogares-residencia con 40 plazas. Es como el cuento de la lechera, pero de verdad y con final feliz. Una de esas historias esperanzadoras y geniales que a veces la vida te regala.
Hubo más premios INTRAS aquel día y otro lo ganaron los muy marchosos reporteros de Radio Nikosia. Radio Nikosia es una iniciativa extraordinaria: todos los miércoles de 16.00 a 18.00 horas, en la sintonía de Radio Contrabanda de Barcelona (94.4 FM), una veintena de personas aquejadas de diversos problemas mentales hacen una radio en directo potente y abrasiva, fascinante y poética. Una experiencia de comunicación que rompe barreras. En 2005 la editorial Gedisa sacó un volumen con extractos de los 150 primeros programas: El libro de Radio Nikosia. Entresaco algunas de las afiladas frases que los nikosianos han dicho: "Los locos se pasean por la cuerda floja. Son equilibristas. Buscan el equilibrio desequilibradamente". O: "Los locos son mendigos de la serenidad". Y también: "La locura no existe. Existe gente que sueña despierta". Una más: "La locura es como un gran sueño del que nos cuesta despertar o del cual despertamos mientras todos los demás siguen dormidos". Imponentes, ¿no es cierto? Son textos que nos hablan al oído y al corazón de cosas que nos atañen a todos: "Angustia es recordar que podías y podías y ahora no puedes casi nada". ¿Chicos raros? Más bien lúcidos y valientes exploradores de los confines del ser: "Aquí, en Radio Nikosia, hablaremos sobre el sufrimiento, la marginación social, el desconocimiento que la gente tiene acerca de quiénes somos en realidad. Si la locura es un viaje mental a caballo de nuestro silencio, de nuestras frustraciones y de cantidad de momentos que los llamados locos percibimos de manera especial, no os mantengáis al margen, pues de verdad que somos gente curiosa". Y muy enriquecedora. Escucha y aprende.
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