Bruselas cree que el superávit fiscal español no está en riesgo
Almunia señala que hay margen para promesas electorales
La Comisión Europea valoró ayer positivamente el Programa de Estabilidad de España que prevé el mantenimiento de un superávit fiscal del 1,2% y reducir la deuda hasta el 30%, en 2010, pese a la desaceleración económica. El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, dijo que "se felicita a España por mantener objetivos ambiciosos, pese a la ralentización del crecimiento económico".
Almunia precisó que "los elevados superávit presupuestarios y el bajo nivel de endeudamiento ofrecen un margen de seguridad frente al posible descenso de los ingresos tributarios como consecuencia del actual ajuste del sector inmobiliario".
En relación con las actuales ofertas electorales que implican un mayor aumento del gasto y posible reducción de impuestos, el comisario advirtió que "hay que tener cuidado". Pero insistió en que lo que se valora no son los programas electorales, sino el informe elaborado por el Gobierno. "Y lo que se dice en la opinión de la Comisión", precisó, "es que hay un margen más que holgado".
Gasto en pensiones
"Se dice", añadió, "que a pesar de ese previsible menor crecimiento con relación a las previsiones y a pesar de algunas medidas que se están anunciando ahora durante la campaña electoral por parte de los principales partidos, de aumento de gastos y reducción de ingresos, el objetivo a medio plazo no está en riesgo". El comisario manifestó su convicción de que España mantendrá sus objetivos al calificar la situación presupuestaria española como de "muy positiva, la mejor de la zona euro".
La única recomendación que efectúa la Comisión a España es la de que "potencie aún más la sostenibilidad a largo plazo de la hacienda pública adoptando medidas adicionales para contener los futuros efectos del envejecimiento de la población en los programas de gastos".
Otro aspecto analizado por la Comisión es "la calidad o composición del gasto público". La sugerencia es que España debe ir hacia "un nuevo modelo de crecimiento menos basado en la construcción y más en las inversiones en investigación y desarrollo".
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